MuyDeFútbol
·15 de junio de 2022
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·15 de junio de 2022
El Granada ha anunciado este miércoles la salida de Germán Sánchez, la segunda del día tras la ya también confirmada de Montoro, todos los indicios apuntaban a ello. Germán acababa contrato con el club nazarí este mes y al final, pese a que el jugador quería continuar en la entidad en Segunda, no se ha llegado a ningún acuerdo para prorrogar su vinculación con el Granada.
A sus 35 años, está convencido de que puede ser muy útil en Segunda división. La pasada temporada, Germán jugó 33 partidos, titular en 26 de ellos, solamente una vez con Aitor Karanka al preferir este a Víctor Díaz y Domingos Duarte con la única salvedad del choque contra el Celta en el que estuvieron sancionados.
También Germán cierra un lustro de cinco años como rojiblanco desde que aterrizase en Segunda división en 2017. Del núcleo duro que se formó entonces, y del que también formaba parte Ángel Montoro, ya solo queda Víctor Díaz como primer capitán. Fue en su primera temporada en la que más le costó jugar, con solo catorce partidos. Aunque José Luis Oltra le dio la titularidad en las dos primeras jornadas, sufrió una fractura en el quinto metatarsiano del pie izquierdo y no volvió a tener minutos en tres meses, con un protagonismo irregular también después con Pedro Morilla y Miguel Ángel Portugal.
Germán en Copa del Rey. Fuente: Granada
La llegada de Diego Martínez, sin embargo, le cambió la vida como a tantos otros. Fue absolutamente indiscutible con él desde el primer día. Mostrando su mejor versión en un equipo aguerrido, construido desde atrás, que priorizaba la protección de su área y la portería a cero. Además, marcó un gol para un triunfo vital ante el Zaragoza en Los Cármenes. Mantuvo ese liderazgo en Primera división, con el brazalete en muchas ocasiones cuando no estuvo sobre el campo Víctor Díaz.
Se vio protegido por zagas de tres centrales con frecuencia y fue protagonista en la clasificación para la Europa League. Incluso marcó al Athletic el gol que, solo por unos minutos, metió al equipo en la final de la Copa del Rey.
Los fichajes de Jesús Vallejo, Nehuén Pérez o Luis Abram amenazaron con sentarle, pero siempre se ganó el puesto, incluso en las batallas más cruciales. El maño únicamente le sentó en una ocasión de particular relevancia: en la ida frente al Manchester United en Los Cármenes, por su mayor rapidez ante los ‘red devils’. No parecía casar demasiado con la idea de juego de Robert Moreno, pero también este terminó confiando en su jerarquía y fiabilidad. Le ocurrió lo mismo a Rubén Torrecilla. Fue Aitor Karanka, reputado central en su día, quien terminaría sentándole y decantando su adiós al Granada finalmente.