Diario UF
·5 de junio de 2023
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·5 de junio de 2023
Con la finalización de la nefasta temporada por parte del Valencia, comienza el baile de salidas, porque entradas se esperan pocas. El primero en salir ha sido el portero bilbaíno, Iago Herrerín. De hecho, ha sido el propio jugador quien lo ha hecho oficial a través de sus redes sociales. Y las muestras de cariño no se han hecho esperar, pues ha sido un hombre importante en el vestuario.
Herrerín llegó a Valencia en el mes de septiembre, a las órdenes de Gattuso. El motivo fue la lesión de larga duración de Jaume Doménech. Y el Valencia quería buscar un segundo portero experimentado para que aportase veteranía e hiciese de mentor de los jóvenes, Mamardashvili y Rivero. Pero su papel no ha pasado de ahí. De hecho, tan solo disputó unos pocos minutos residuales en la eliminatoria de Copa del Rey frente a la Nucía.
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El resto de los minutos se ha dedicado a animar y ser un apoyo en el vestuario. Esto fue debido a que Mamardashvili era y es, por el momento, dueño y señor de la meta de Mestalla, siendo el único jugador del Valencia en disputar todos los minutos de la competición doméstica. Por tanto, Iago Herrerín se centró en ayudar a sus compañeros en todo aquello que pudiese. Asimismo, se convirtió en uno de los grandes amigos de Hugo Duro dentro del vestuario. Hasta el punto de ayudarle con el bloqueo mental que sufría el delantero. Además, recientemente se les vio a los dos con sus respectivas parejas y protagonizaron un momento gracioso en la actuación de un cómico.
Herrerín se va como un jugador honrado y que ha dado todo por el Valencia, desde su situación. De hecho, ha sido consciente en todo momento de la entidad a la que estaba representando. Estas han sido algunas de sus palabras en la despedida: “Quería pedir perdón desde donde me toca, por la temporada que hicimos, un club como el Valencia no se merece estar donde estuvimos, hay que hacer autocrítica todos, absolutamente todos y volver a llevar a este gran club donde tiene que estar.”