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Alejandro Diago·15 de agosto de 2023
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Alejandro Diago·15 de agosto de 2023
Pues 13 años después, España vuelve a la final de una Copa del Mundo. Como en 2010. Con la misma ilusión, con las mismas ganas y algunos que estamos un poco más viejos, sí. Pero España el domingo jugará la final de un Mundial.
Falta por saber el rival: ¿la anfitriona, Australia o la vigente campeona de Europa, Inglaterra? No será un partido sencillo, es verdad. Pero que quede clara una cosa: a ilusión no nos gana NADIE. De momento, repasemos lo que ha dado de sí este partido. Un partido que ya es historia del fútbol español.
El conjunto sueco tenía claro cuál era el método de anular a España: una presión alta basada en su físico. Y desde el inicio de partido se vio que no iba a poner fáciles las cosas a la selección española. Por momentos, el sistema sueco metió en apuros a la selección española. Pero España supo leer cuál era el antídoto a este problema.
Que Jorge Vilda ha recibido críticas completamente fundadas, sí. Que en otros partidos la dirección de campo ha sido mejorable, también. Pero hoy toca reconocer que se ha ganado por una lectura sobresaliente desde el banquillo. Cuando España estaba pasándolo peor por la presión sueca, la entrada de Salma Paralluelo y de Eva Navarro insufló vida a la selección. Ahí se ha comenzado a ganar el partido. Hoy Jorge Vilda ha hecho un excepcional trabajo.
Cuando parecía que los fantasmas de Inglaterra volvían. Cuando todo apuntaba a una prórroga… apareció Olga Carmona. La del Real Madrid se sacó un zapatazo desde el balcón del área para superar a Musovic. Con toda el alma, con todo el corazón. El gol que llevó a España a la final de la Copa del Mundo.
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