Petrocub 0-1 Real Betis | Fútbol asintomático en Chisinau | OneFootball

El Real Betis ganó con susto, sin ganas y sin ideas contra un equipo que no daría la talla en Segunda División

Manuel Pellegrini no cree que haya dos Real Betis y tiene hasta razón. Lo cierto es que hay tres. En casa, en los encuentros ligueros, el equipo juega y ofrece. De visitante, perfil bajo, mal y cada vez peor. Luego está la versión europea, que más que ilusionar por levantar el primer título internacional, aburre y desespera. Los jueves son para los verdiblancos como las noches de expulsión en Gran Hermano. Continuos nominados que aceptan con resignación sufrir un mal trago. Rotundamente innecesario.

El bético que se sentó a ver el Petrocub – Real Betis se abrumó con una primera parte con cero disparos a puerta, cero hambre y cero motivación. Hasta el mismísimo Jesús Rodríguez, que salió de Anoeta como el Demonio de Tasmania, se contagió de la desgana generalizada de este equipo. El Betis no sufrió, pero tampoco hizo pupa. Faltaría más, que un equipo cuyo jugador más valioso está tasado en 550.000€ y, en su totalidad, el club “cuesta” algo más de 5 millones, según Transfermarkt. Para más inri, la que tiene y convierte el desquiciante Bakambu se la anula el árbitro belga por supuesta falta al portero. Jugada milimétrica en la que el congoleño caza un buen balón de Diego Llorente al espacio, se anticipa y cabecea justo en el momento en el que atrapa con los guantes el arquero moldavo.

Con el empate se fueron ambos equipos al descanso. Mejoró la imagen en la segunda mitad el equipo con los cambios de Altimira y Abde, que no era tarea imposible ni mucho menos, visto el esperpento anterior. Anotó Bakambu, con recuperación del Chimy Ávila y buena definición de cara a puerta. Con el único y friolero tanto del partido, mostraron las costuras del rival que, con armas y recursos limitados, darían más de un susto en los minutos finales.

No supo cerrar y dormir un partido que no tenía mayor historia. Se le complicó, aún teniendo un par de oportunidades para poner un marcador de ventaja inamovible, pero lo sacó. Hizo los deberes de aquella manera, los tres puntos dan un empujón en la tabla pero no da ni para un cinco raspado. Pidiendo la hora en un estadio donde ha ganado 1-4 el Pafos de Chipre y 0-3 el Rapid de Viena.

La Filigrana SVQ | Miguel PG