Futbol
·15 de diciembre de 2024
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·15 de diciembre de 2024
Real Cartagena esperaba alguno de los varios resultados que le darían la posibilidad de jugar un repechaje por el ascenso a la Liga BetPlay y no se dio ninguno. El par de equipos ascendidos se definió sin necesidad de esa llave que dejó al cuadro cartagenero sin opciones y al menos un año más jugando en Segunda División. ¿Qué sucedió? Aquí lo explicamos.
Durante la Asamblea extraordinaria de la Dimayor realizada el pasado 9 de diciembre se acordó que el equipo que perdiera la final del Torneo BetPlay, si ocupaba el segundo lugar en la tabla de reclasificación, debía disputar un repechaje contra el tercero de esa tabla (en este caso Real Cartagena).
Esta resolución mantenía la expectativa para los cartageneros, quienes se habían preparado para una posible última oportunidad de ascender. Sin embargo, el desenlace de la final del Torneo cambió el panorama completamente, haciendo innecesaria esta instancia adicional.
En el partido final, Llaneros venció a Unión Magdalena por 1-0 con un gol de Omar Duarte, lo que le permitió al equipo de Villavicencio quedarse con el primer lugar en la tabla de reclasificación con 91 puntos. Por otra parte, Unión Magdalena ganó el título al imponerse en la definición por penales. Y ese resultado aseguró que ambos equipos lograran el ascenso de manera directa.
¿Por qué no hubo lugar al repechaje? Porque las reglas estipulaban que el segundo ascenso sería para el campeón del Torneo BetPlay, mientras que el mejor equipo en la reclasificación tendría prioridad para el primer cupo. Con Llaneros liderando la reclasificación y Unión Magdalena como campeón, los dos ascensos quedaron definidos sin necesidad de un partido adicional.
El cuadro cartagenero, que había terminado tercero en la reclasificación, se quedó sin la oportunidad de luchar por el ascenso, lo que generó inconformidad en sus directivas. Desde antes de la final, Real Cartagena había manifestado su preocupación, argumentando que no habría juego limpio si se mantenía el beneficio para el equipo mejor posicionado en la reclasificación.
Tras la asamblea de Dimayor, el club dejó entrever su intención de llevar el caso al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), una medida que aún está por confirmarse. El argumento principal del club sería la falta de claridad y equidad en las decisiones tomadas, que a su juicio perjudicaron su legítima aspiración de ascender.
Con los ascensos definidos y sin repechaje, Real Cartagena deberá replantear su estrategia para el próximo año en la Primera B. Aunque el ascenso directo quedó fuera de su alcance esta temporada, aún podría optar por buscar justicia ante el TAS, un proceso que podría llevar meses y cuyos resultados son inciertos.
Lo que queda claro es que el club deberá mantener su compromiso deportivo y administrativo para seguir luchando por regresar a la élite del fútbol colombiano, esta vez desde el terreno de juego y con las reglas bien definidas.
La polémica alrededor de la decisión de Dimayor será recordada como un episodio más en la historia del FPC, donde Real Cartagena, una vez más, quedó cerca pero sin alcanzar el ansiado ascenso.
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