Preocupación en Boca por el momento del equipo tras la caída ante Lanús | OneFootball

Muchas variantes de nombre, de esquema, pero de fondo por ahora todo sigue igual: un Boca sin rumbo. Fernando Gago llegó a Branden 805 y generó un cambio de aire, de semblante y hasta de idea de juego; sin embargo, por ahora todo queda en los papeles, porque en la cancha todavía poco efecto pudo generar en un plantel que viene de un año a los ponchazos. «Preocupación» es la palabra que hoy mejor define las sensaciones en el seno del búnker del Xenize en Ezeiza después de un nuevo golpe contra Lanús.

«El segundo no me gustó nada el equipo, no se hizo nada de lo que habíamos planeado», resumió de manera contundente el propio entrenador, dejando en claro su bronca por el funcionamiento que tuvo el conjunto de la Ribera en una noche para el olvido. Las cinco modificaciones y los gestos de fastidio en pleno partido lo habían evidenciado, pero por si había alguna duda de que Pintita estaba disconforme se encargó de despejarla en diálogo con la prensa.

Pasaron cuatro partidos y el nuevo cuerpo técnico todavía no logró consumar una victoria que hoy sería agua en el desierto. Es cierto que pasó a Gimnasia y se metió en semifinales de la Copa Argentina, el certamen que mantiene vivo el sueño de levantar un título y clasificar a la próxima Copa Libertadores, pero también lo es que fue mediante los penales. La ecuación de que el juego no fluya y los resultados no acompañen son un cóctel que inquieta internamente, porque entienden más que nadie que Boca no espera y menos en este contexto adverso.

¿Cuál es la fórmula para revertir la situación y salir de este embrollo? «Trabajando. Es la única forma que conozco para lograr un resultado. Tenemos un partido dentro de muy poco tiempo, tratar de recuperar y tratar de entender que la situación no es buena. Lo sabemos y nos tenemos que hacer responsables todos, a partir de eso empezar a construir lo que queremos realmente», explicó el propio Gago.

Qué le falta a Boca, según Gago

El entrenador del Club de la Ribera negó que exista una falta de actitud y enfatizó en la necesidad de poder desplegar el nivel de intensidad durante la totalidad del juego y no solo en la etapa inicial: «La palabra actitud es algo que todos los futbolistas la tienen cada vez que se ponen a jugar un partido de fútbol. No lo llevo a una cuestión de actitud. Si que tenemos que tomar los 45 minutos de hoy, el primer tiempo, que tenemos que sostener».

«Lo tenemos que sostener por 90 minutos y -a partir de ahí- empezar a generar las situaciones que queremos jugar. Queremos atacar, obviamente es trabajo, es tiempo, es también acomodar a la idea de la parte física, de la parte futbolística, y a partir de eso trabajar para que el equipo mejore»,

sostuvo el técnico.