FCBN
·26 de noviembre de 2024
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La última convocatoria del FC Barcelona, ante el Celta, tenía incluido un nombre que, para muchos, todavía es prácticamente desconocido. Se trata de Guillermo Fernández. Ya son 7 las convocatorias que acumula con el primer equipo en partidos oficiales, pero todavía no se ha estrenado. Donde sí lo ha hecho es en la pretemporada, en la que jugó frente al Olot (46'), Manchester City (16'), Real Madrid (26') y AC Milan (12'). En dichos amistosos ha ido dejando pistas de qué tipo de jugador es, pero tiene un potencial inmenso.
Nacido un 18 de junio de 2008 en Rubí, es uno de los canteranos que Flick tenía ya apuntados cuando llegó al FC Barcelona. Sin dudarlo, lo citó para entrenar con el primer equipo, al igual que a su primo, Toni. Tiene 16 años, pero la edad ya no es algo anecdótico en este Barça. Tras la convocatoria ante el Celta, Guille, que es como se le conoce, sigue entrenando con el primer equipo y es probable que sea citado para el partido contra el Brest.
A su corta edad, Fernández ya ha hecho historia con el FC Barcelona. Más en concreto, en el Barça Atlètic. Es el segundo goleador más joven de la historia del filial azulgrana, por detrás de su primo Toni, que es 29 días más pequeño. Ambos llegaron a La Masía con 10 años, procedentes del RCD Espanyol, con el objetivo de algún día jugar en el primer equipo. Lo que ninguno de los dos se imaginaría es tener el protagonismo que comienzan a tener sin ni siquiera llegar a ser mayores de edad.
Guillermo es un centrocampista total. Mide 1'81 metros y tiene un físico muy atlético. Es un jugador muy técnico, con una gran visión de juego y muy buena conducción del balón. También se desempeña de manera espléndida en ambas áreas, tanto a la hora de defender, como a la de atacar. Todavía es muy joven, por lo que es moldeable para que explote en alguna zona en concreto.
En lo posicional, Albert Sánchez suele incluirlo en los onces del filial como un interior. Ayuda en defensa y en la salida de balón, pero también pisa el área rival, lo que demuestra el largo recorrido que tiene. Respecto a Flick, además de probarlo en la misma posición en la que se desempeña en el Barça Atlètic, lo ha hecho jugar en el doble pivote e incluso como mediapunta.
Es un futbolista que, en sus minutos con el primer equipo, ha dejado detalles, pero no es nada en comparación con lo que demuestra con el filial. No obstante, su constante presencia con la plantilla sénior demuestra que el técnico sabe que es un jugador especial. Es uno de esos chavales llamados a llegar a jugar con los mayores.