Ricardo Juncos y el jefe de autódromos de IndyCar inspeccionaron el óvalo de Rafaela | OneFootball

El jefe de seguridad en autódromos de la categoría estadounidense IndyCar, Tony Cotman, se encuentra en Rafaela y en el mediodía de este lunes recorrió las instalaciones del autódromo. Cotman llegó acompañado por Ricardo Juncos, director del Juncos Hollinger Racing, el equipo de IndyCar para el cual compitió Agustín Canapino, y quien además es el representante de la categoría en Sudamérica.

Por parte de Atlético, los anfitriones principales fueron el presidente de la institución, Andrés Boidi; el vicepresidente, Silvio Fontanini; y el Ing. Daniel Ricotti, integrante de la Subcomisión de Automovilismo, entre otros dirigentes.

Cotman y Juncos revisaron el sector de boxes y subieron a la terraza de la torre de control, así como analizaron los planos del circuito y observaron aspectos relacionados con las defensas -el muro perimetral, los paredones de boxes, los tejidos y otros detalles- y aspectos de seguridad que deberían intervenirse ante la eventualidad de una presentación de la categoría en Rafaela.

Si bien no se dieron detalles de lo conversado, ya que está prevista una conferencia de prensa para las 19 de este lunes, se sabe que hay importantes inversores privados que están interesados en la organización de un evento de esa jerarquía.

Cotman se subió también a una baquet -vehículo similar a los que protagonizaron las primeras ediciones de las 500 Millas Argentinas- y dio una vuelta al óvalo. El especialista norteamericano se mostró sorprendido por las características del óvalo, al que consideró como el circuito más veloz del mundo. Estimó que los IndyCar modernos podrían superar los 400 kms. de velocidad en Rafaela, lo que plantea enormes desafíos para darle seguridad a los competidores y al público.

Uno de los aspectos destacables es que si bien ya fueron inspeccionados otros circuitos que incluso están en mejores condiciones que el de Rafaela, como los casos de Termas de Río Hondo y Buenos Aires, el CEO de IndyCar y propietario del circuito de Indianápolis, el diseñador y constructor Roger Penske, es un "fanático" de los óvalos y se mostró personalmente interesado en el hecho de que Rafaela fue el primer escenario fuera de Estados Unidos donde se presentó la categoría, en las recordadas 300 Indy de 1971.