Pasión Monumental
·10 de noviembre de 2024
Pasión Monumental
·10 de noviembre de 2024
Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).
Después de los triunfos de Vélez y Huracán, River llegó al Monumental con la obligación de sumar de a tres para seguir prendido hasta el final del certamen. Con las lesiones de Marcos Acuña y Enzo Díaz, Marcelo Gallardo optó por Milton Casco como lateral izquierdo, que no jugaba desde la igualdad sin goles ante Defensa y Justicia en Florencio Varela. Por ende, con un esquema 4-3-1-2, el Más Grande salió ante Barracas Central con: Franco Armani; Fabricio Bustos, Leandro González Pirez, Paulo Díaz, Milton Casco; Santiago Simón, Rodrigo Villagra, Maximiliano Meza; Claudio Echeverri; Pablo Solari y Facundo Colidio.
El duelo comenzó con un claro dominio por parte del Millonario, que tuvo algunos ingresos al área del “Guapo” pero sin remates. La primera oportunidad clara llegó a los siete minutos, con un desborde de Pablo Solari por derecha y una posterior habilitación a Facundo Colidio, que se topó ante una muy buena respuesta del arquero. De inmediato tuvo la suya Solari, pero Miño volvió a lucirse bajo los tres palos. El tándem Echeverri-Solari-Colidio se estaba entendiendo a la perfección, y por esa vía se aproximaba el primer tanto de la tarde.
El ex Tigre volvió a generarse la suya al poco tiempo, sin éxito ante la enorme atajada del golero contrario. La pelota no quería entrar bajo ningún término, porque las ocasiones estaban, pero la suerte no. Es por eso que River se fue al complemento sin goles y con el partido igualado, con la esperanza de quebrar el cero en los segundos 45 minutos del cotejo.
La segunda mitad inició con una tónica similar a lo visto en la primer etapa, con un rival dispuesto a perder la mayor cantidad de tiempo posible para llevarse al menos un punto del Monumental. El árbitro cobró todas las chiquitas para ellos, haciendo que el partido sea cortado y denso por momentos. El primer intento de peligro en la segunda mitad llegó en pies de Echeverri, con un tiro que se fue muy por encima del travesaño. A los 17 minutos, el “Muñeco” realizó una triple modificación, con los ingresos de Gonzalo Martínez, Franco Mastantuono y Miguel Borja en reemplazo de Bustos, Solari y Echeverri.
El “Guapo” también generó la suya, con Ruiz como protagonista y un puntinazo que, de no ser por las manos de Franco Armani, se colgaba en un ángulo. Pero River estaba mejor y consiguió su premio al esfuerzo e insistencia, mediante Maximiliano Meza y un cabezazo letal dentro del área chica para romper el cero y ponernos arriba en el marcador. Al rato llegó el 2-0, otra vez de cabeza pero en esta ocasión cayó en la de Borja, que estaba en el lugar justo para empujar la pelota luego del rebote de Miño tras el disparo de Mastantuono. Luego del tanto, el cuerpo técnico agotó variantes, mandando a la cancha a Manuel Lanzini y Adam Bareiro en lugar de Meza y Colidio. Y si, siempre que llega el segundo, llega el tercero. Esta vez con suerte, con un remate potente de Paulo Díaz a las manos del arquero que la despejó mal y la terminó mandando al fondo del arco.
Ganar, gustar, golear, de eso se trata. Y así fue, porque River no quiere perderle pisada a los punteros y luchará hasta el final con el sueño latente de poder campeonar en diciembre. Aun así, es admirable la mejora del equipo en estos últimos partidos, consiguiendo nueve puntos y nueve goles ante Banfield, Instituto y hoy frente a Barracas en casa. A seguir, Millonario querido.