Recreo Deportivo
·3 de noviembre de 2024
Recreo Deportivo
·3 de noviembre de 2024
Llanto en el terreno de juego y en las galerías. Desazón absoluta. Amargura y tristeza. Aunque matemáticamente aún hay esperanza, la realidad es otra: Cobreloa se encamina a la Primera B.
Solo un milagro, uno de esos casi imposibles, evitaría el descenso del cuadro loíno en la última jornada. Jugadores e hinchas lo saben, y las lágrimas son el mejor reflejo de esta cruda realidad.
Cobreloa empató 2-2 con Universidad Católica en Calama y se mantiene penúltimo con 28 puntos, tres menos que Unión La Calera, O’Higgins y Huachipato. Así, aunque en números aún hay un 1% de posibilidades, la realidad es sombría.
A pesar de que quedan tres puntos en juego, la terrible diferencia de goles parece una sentencia para los «Zorros del Desierto», con un -32 en su marcador. Está a 15 goles, por ejemplo, de la diferencia de Huachipato.
¿Por qué aún queda una mínima esperanza? Porque en la última jornada Cobreloa enfrentará a O’Higgins. Si logra vencerlo, empataría en puntos, alcanzando las 31 unidades. Pero aquí surge el desafío casi imposible: los loínos tendrían que ganar por ocho goles de diferencia para igualar en promedio de goles y superarlo por el criterio de partidos ganados. Un milagro que roza lo surrealista.
Por eso, si nada épico ocurre, el próximo fin de semana Cobreloa firmará su regreso a la Primera B, apenas un año después de haber regresado a la máxima categoría desde 2013. Un duro golpe para un equipo con historia grande en el balompié nacional.
Cabe recordar que el otro descendido, definido antes de esta jornada, es Deportes Copiapó.