FCBN
·17 de junio de 2024
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Iker Bravo dejó la Masia para marcharse a Alemania, y cuando su regreso al FC Barcelona era una posibilidad, el delantero decidió marcharse al Real Madrid Castilla, haciéndolo después de haber sido el debutante más joven en la historia del Bayer Leverkusen. El delantero lo hizo con una cesión con opción de compra de 10 millones de euros, pero esa etapa ha terminado sin la gloria que muchos esperaban.
Así lo ha confirmado el propio Bravo con un comunicado oficial en sus redes sociales, apuntando que "ha llegado el momento de despedirnos. Han sido dos años de mucho aprendizaje, de entender la vida con la exigencia de ser un profesional del Real Madrid y, por tanto, de crecimiento y madurez personal", explicó. El exjugador del Barça se marcha tras una primera campaña muy irregular, marcando solo tres goles con el Castilla y otros tres con el Juvenil A, aunque fue suficiente para que en el Madrid ampliaran el préstamo.
Finalmente, Iker Bravo no encontró en el Castilla de Raúl el ecosistema para brillar, aunque sí que lo hizo en el Juvenil A de Álvaro Arbeloa, destacando que allí sí que esta temporada pudo alcanzar los 20 tantos, además de seis asistencias. Al final del curso igualmente no ha llegado la llamada del Castilla, aunque sí de una Selección donde regresó en mayo, pensando en el Europeo que se jugará en verano, aunque ya sabiendo que no jugará más en el conjunto blanco.
A sus 19 años, el futbolista de Sant Cugat del Vallès deja la camiseta blanca al no hacerse efectiva su opción de compra y deberá buscar nuevos horizontes, algo en lo que la Roja Sub-19 podría ayudarle si finalmente entra en los planes del seleccionador, José Lana. En su comunicado, Iker Bravo también dio las gracias a compañeros y a todo el personal de la ciudad deportiva de Valdebebas, comentando que "no sólo me han hecho mejor futbolista en todos los aspectos, sino, sobre todo, mejor persona. Me llevo de vosotros la mejor lección de vida", aseguró.
"Hola Madridistas, ha llegado el momento de despedirnos. Han sido dos años de mucho aprendizaje, de entender la vida con la exigencia de ser un profesional del Real Madrid y, por tanto, de crecimiento y madurez personal.
Gracias a todos mis compañeros que me han hecho la estancia más fácil desde el minuto cero; a los utilleros, fisios y médicos, por esos inolvidables momentos que hemos vivido; a las señoras de la limpieza por conseguir sacarme, siempre, una sonrisa cuando llegaba a la Ciudad Deportiva y, en general, a todo el personal de Valdebebas.
Gracias de manera muy especial a mi querido Arbeloa y el staff. No sólo me han hecho mejor futbolista en todos los aspectos, sino, sobre todo, mejor persona. Me llevo de vosotros la mejor lección de vida.
Gracias a la afición por vuestras cariñosas palabras desde que llegué al Real Madrid y a los medios de comunicación por vuestra generosidad, comprensión y apoyo en un momento crucial de mi vida. Que lo que este sueño un día unió, se mantenga en el tiempo, vivamos lo que nos toque vivir…"