Madrid-Barcelona.com
·15 de abril de 2024
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El fútbol español está muy desquiciado con la aportación especial de Vinicius, que ha conseguido que el mundo entero vea a España como un país racista por el comportamiento de cuatro descerebrados en los campos de fútbol.
Aunque es cierto que tampoco es muy "racional" el comportamiento de Vinicius en los terrenos de juego. Pero solo penaliza el de la grada. El que provocó y desata los peores instintos a su alrededor se va de rositas.
Uno de estos descerebrados estaba el sábado en Mallorca y reaccionó haciendo los gestos del mono al gol de Tchouaméni. Y los medios que protegen al Real Madrid han aprovechado para hablar de racismo en España, obviando que el racismo es otra cosa muy diferente.
Es gravísimo que un bobalicón responda imitando a un simio al gol de un jugador negro del Real Madrid. Y se habla de racismo en los medios con una ligereza pasmosa. Todo para tapar al rey Vinicius y darle la razón en las polémicas que suscita con sus provocaciones.
Los mismos medios que ahora hablan de racismo miraban hacia otro lado cuando el Bernabéu gritaba a coro lo de "P... Barça, P... Catalunya", o "Messi subnormal", o "Guardiola m......", o "Luis Enrique, tu padre es Amunike" o "Piqué, cabrón, tu novia tiene rabo y tu hijo es de Wakaso"...
Estos cánticos no se producían únicamente cuando el Barça estaba presente en el Bertnabéu. Cualquier partido servía.
Cánticos todos ellos "simpáticos" y sin relación alguna con el racismo, por lo que en su momento fueron aplaudidos por los medios de comunicación que ahora se rasgan las vestiduras por el gesto de un espectador.
Son los mismos que presumieron de mostrar al mundo en exclusiva el señorío del Real Madrid plasmado en una pancarta giganmte que lució durante meses en el Bernabéu: "Mou: tu dedo nos señala el camino".
Hipocresía pura y dura. La cosa llega a tanto que hasta damos la razón a Vinicius cuando dice que España es racista. Racismo no es lo que sufren Vinicius o Tchouaméni este sábado. Lo del racismo de verdad es otra cosa muy diferente que sufren quienes no salen a la calle con un reloj de oro valorado en 150.000 euros..
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