Radio Gol
·25 de octubre de 2024
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·25 de octubre de 2024
La Liga profesional empezó a encarar la recta final del semestre y la fecha número 19 del torneo inició este viernes. Barracas Central y Estudiantes de La Plata abrieron la jornada en el estadio Guillermo Laza, en un encuentro en el que quedaron a mano y hubo emociones en el epílogo. La visita arrancó arriba por el tanto de Alexis Manyoma, pero el local lo empató sobre la hora con Nicolás Demartini.
Quizás fue injusto que la primera mitad culminara igualada sin goles porque ambos tuvieron aproximaciones interesantes. La más clara estuvo en la cabeza de Dardo Miloc, para el Guapo, que a la salida de un tiro de esquina y en la cabeza de su mediocampista casi se pone en ventaja. El travesaño le negó el 1-0 al ex Gimnasia La Plata, cuando el arquero Matías Mansilla nada podía hacer.
En el arranque del complemento, la polémica: el uruguayo Gabriel Neves se le tiró feo a Alan Cantero y todo Barracas pidió roja directa. Sin embargo, Ariel Penel consideró que con una amarilla estaba bien penado y desde el VAR Nazareno Arasa no llamó. Fue una de esas jugadas finas, que dejan espacio para el debate. Aunque el charrúa no tuvo malas intenciones, pudo haber lastimado al rival.
Recién a los 31 de la parte final, el colombiano Manyoma tiró un amague espectacular ante un balón largo, se fabricó el espacio para quedar mano a mano con el arquero Rafael Ferrario y no lo perdonó. Los de Eduardo Domínguez se ponían en ventaja y acariciaban tres puntos valiosos en cancha de Riestra. Y la historia casi se sella con un mano a mano dilapidado por Luciano Gómez, al que Ferrario sí le pudo bajar la persiana en la jugada que hubiera significado el 2-0 a favor del Pincha.
Los de Rubén Darío Insúa no se resignaron y tuvieron premio en el cuarto minuto adicionado: Demartini, con alma de centrodelantero, encontró una pelota suelta en el borde del área chica y con un giro espectacular dirección la pelota hacia el arco adversario frente a la rápida salida de Mansilla. Delirio total en el Guapo, que al menos rescató un punto cuando ya todo parecía estar perdido.