Un entrenador dando tumbos | OneFootball

Yo no sé qué está viendo el técnico

Nuestra Selección Colombia pasó de la euforia de una Copa América en la que llegó a la final jugando un excelente torneo a desdibujarse en las Eliminatorias al Mundial y convertirse en un equipo totalmente desconocido. Ya no se sabe a qué juega porque los partidos se plantean tácticamente de una manera equivocada y en los diferentes momentos del juego se pierde y queda a la deriva.

Contra Paraguay vivió trece minutos de buen fútbol y nos trajo a la retina ese buen futbol que tuvo en la Copa América. Pero eso fue solo un espejismo porque no supo manejar un marcador que tenía a favor y terminó regalando un empate en un partido que pudo controlar a su antojo.

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El equipo entra en una relajación y pierde el norte de lo que debe hacer. Pudiendo liquidar el partido, prefiere darle la iniciativa al rival y meterse atrás a la espera de un contraataque que nunca llegó porque cuando tuvo el balón no supo qué hacer con él.

Lo que no se entiende es por qué el técnico Néstor Lorenzo ya no tiene esa capacidad de meter mano en el equipo y cambiar el libreto, como lo hizo tantas veces cuando regalaba el primer tiempo y sus dirigidos salían a comerse al rival en el segundo. Por el contrario, vuelven del descanso y siguen regalando la iniciativa a un equipo organizado y con la personalidad de su técnico, Gustavo Alfaro. Ante tal descontrol no podía pasar otra cosa que el empate de Paraguay.

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El reflejo de esa falta de dirección es lo que sucede con jugadores como Daniel Muñoz, que cuando juega con su equipo se come la cancha, no da un valor por perdido, genera espacios y da salida, pero que mostró nada de eso en estos dos partidos. De hecho, está comprometido en los cuatro goles que recibió la Selección en esta fecha Fifa. Eso también es resultado de la desatención y falta de respuestas en la dirección del señor Lorenzo.

El equipo demandaba control y no se encontraban respuestas, con un James Rodríguez totalmente perdido y con Jhon Arias como única brújula para encontrar el camino para alimentar a los delanteros. En ese contexto, el entrenador toma la decisión de ingresar otro defensa y un extremo, sacando a Arias, el mejor jugador que tenía en ese momento. Le dio el control del balón a Yerry Mina, ¡qué absurdo cuando todos esperábamos que entrara el reemplazo natural de James, que es Juan Fernando Quintero! Eso muestra la pérdida de control que está sufriendo el adiestrador argentino.

Resulta que hace ese cambio y le empatan el partido, y, en vez de recomponer y tomar una decisión agresiva en un partido que necesita ganar, prefiere dejar todo igual y pedir que Mina sea quien saque el equipo y genere espacios. Esa fue una locura total, teniendo a ‘Juanfer’ disponible y sabiendo que le puede dar la claridad que necesita.

Ahora bien, el problema también radica en la falta de autocrítica. Yo no sé qué está viendo el técnico, pero salió a decir que Colombia mereció más y que terminó arrinconando al rival, cuando todos vimos un partido en el que Paraguay nos hubiera ganado si seguía empujando. Afortunadamente, Paraguay se sintió bien con el empate ante un rival directo y decidió manejar el partido controlando el tibio ataque de nuestra Selección.

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En Colombia ese marcador debía generar una necesidad de jugar de ganar y buscar otras formas de generar fútbol, algo que claramente no pasó. El profe Lorenzo, nuevamente en deuda, suma un punto de seis posibles, se queda en el sexto lugar de las Eliminatorias y solo se salva porque clasifican seis.

Después de la Copa América, lo hecho es terrible por un equipo que está desorientado y solo ha sumado cuatro puntos de 18 posibles, con un rendimiento del 22 por ciento. Está claro que Colombia perdió la confianza y está naufragando. Ya se ven jugadores inconformes, y puede ser este un buen momento para reevaluar si tenemos al entrenador que necesitamos. No puede ser que con la calidad de jugadores que tenemos se juegue tan mal y estemos obteniendo el último cupo disponible para un Mundial en el cual, si seguimos jugando así, solo podremos apuntarle a no pasar la pena de ser eliminados en primera ronda.