Madrid-Barcelona.com
·18 de diciembre de 2024
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La FIFA tuvo un detalle con Florentino Pérez y le garantizó el premio The Best para Vinícius después del disgusto del Balón de Oro.
Pero incluso jugando en casa, con viento a favor, Vinícius descubrió que no concita unanimidades. Le votó el público (existen técnicas para lograr votaciones millonarias) y los capitanes. No le votaron los técnicos ni los medios de comunicación.
Es decir, su condición de The Best no concita un reconocimiento absoluto como se dio en casos anteriores.
Y no es que el mundo dude de que Vinícius no sea el mejor futbolista del planeta. Lo que le resta a sus méritos es su comportamiento inadecuado y generalizado en todos los partidos que juega.
Y anoche se le presentó una oportunidad de oro para redimirse, para hacer las paces con el mundo y meterse a todos en el bolsillo. Pudo hacer un borrón y cuenta nueva, pero no lo hizo.
Presumió de ser el mejor del mundo, algo a lo que no estamos acostumbrados con los anteriores ganadores. Y lanzó una amenaza que debió abrir una herida profunda en el corazón de su presidente.
"Nadie me va a decir cómo tengo que comportarme", ha dicho en sus redes sociales. Es decir, deja claro que no aceptara consejos de quien le indique que no debe enviar a nadie a Segunda. Que no debe faltar al respeto a los árbitros ni provocar a los rivales y aficiones contrarias.
Vinícius no tiene propósito de enmienda. Y así será difícil que vuelva a ganar The Best o pueda aspirar al Balón de Oro.
Así ha expresado sus sensaciones en Instagram: "Hoy escribo al niño que ha visto a tantos ídolos levantar ese trofeo... Ha llegado su hora. O mejor dicho, ha llegado mi hora.
El momento de decir... sí, soy el mejor jugador del mundo y he luchado mucho por ello. Han intentado invalidarme, disminuirme, pero no están preparados.
Nadie va a decirme por quién debo luchar, cómo debo comportarme. Cuando estaba en São Gonçalo, el sistema no se preocupaba por mí. Casi me tragan"
"Gané por mí, por mi familia. Con mucho apoyo en el camino: el Flamengo, el Real Madrid, la selección brasileña, mis cientos de compañeros a lo largo de los años... la gente que me acompaña todos los días en mi rutina, los que me admiran...".
No puede venderse como un ejemplo para los niños quien presume de ser el mejor jugador del mundo porque le han dado un premio. Tampoco quien considera que el mundo está contra él y su obligación es pelearse con él.
Vinícius deja claro que ganó el The Best por él. También por los demás, pero sobre todo por él. Y solo siente reconocimiento por aquellos que le admiran.
La estrella del Real Madrid ha perdido una oportunidad histórica de cambiar. No ha madurado y anuncia batalla contra el mundo que no le ríe las gracias. Pero ese mundo está ahí y no desaparecerá.
No aprende la lección y nadie le dice que si no es más de lo que es porque cae mal. Y se lo gana a pulso con ese comportamiento que nada tiene que ver con la deportividad. Y esto es deporte.