Agente Libre Digital
·16 janvier 2025
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·16 janvier 2025
El conjunto de la capital de Andalucía esta cuajando un curso un tanto extraño, pues las buenas noticias siempre acuden acompañadas de otras no tan buenas. Primero las lesiones y ahora la estela que las mismas dejan, están lastrando a un Betis que a principios de año prometía unos resultados que no están consiguiendo obtener, o por lo menos con la frecuencia que se podría desear desde la grada del Benito Villamarín. La planificación deportiva tampoco está ayudando a alimentar la esperanza de un cambio en la dinámica, los fichajes no llegan y las salidas de jugadores en posiciones necesitadas del campo se suceden, como en el caso de Assane Diao o la reciente marcha del cancerbero Rui Silva.
Isco pugna con Lamine Yamal. (Photo by David Ramos/Getty Images)
El cruce correspondiente a los octavos de final de la Copa de S.M el Rey se sabía que era muy complicado, pues el Barcelona, pese a sus últimos tropiezos en LaLiga Ea Sports, es candidato a ganar absolutamente todo a estas alturas, y cuando enlazan todos sus jugadores diferenciales se convierte en un vendaval de fútbol y talento. Además, los catalanes vienen de derrotar al Real Madrid en la final de la Supercopa de España, apabullando a los merengues, a los que desde el minuto 10 hasta el final no dieron opción. En este contexto, entraba dentro de lo probable una derrota ayer, pero se vió un Betis blando, carente de espíritu y sin garra, señas de identidad verdiblancas que casi nunca hace falta reclamar, y que tanto en el Zorrilla, como ayer en la ciudad condal, no se demostraron.
Pellegrini sacó un once con variaciones con respecto al que formó en pucela ante el Real Valladolid, pero que bien se asemeja a un posible once liguero (quizás con cambios en las bandas), y aunque es verdad que faltó una de las piedras angulares del equipo; Giovanni Lo Celso, los béticos ya han sufrido su ausencia en buena parte de la temporada, por lo que, aunque es un claro contratiempo, ya lo había experimentado.
Los dos partidos de esta semana no son para sacar conclusiones futbolísticas, más bien de actitud, pues rompes una dinámica ascendente y quedas muy tocado (no hundido), para los exigentes duelos que te vienen el siguiente mes y medio, donde te juegas tus opciones en Liga y Conference League. No sirve de nada echar culpas a nadie, porque no hay un responsable único, sino que todo el pasaje del barco debe llegar a tierra junto, y ningún marinero ni capitán puede hacerlo solo; metáfora que puede sonar absurda, pero que define a la perfección la situación actual.
Una imagen vale más que mil palabras, y esta refleja el estado de ánimo de la plantilla a la perfección. (Photo by Angel Martinez/Getty Images)
No hay más análisis que hacer, que el de renovar ánimos y buscar una salida en forma de resultados positivos da igual de qué forma, el fútbol no es solo calidad, algo que le sobra a los verdiblancos por todos los lados, sino estados de ánimo y confianza, y ahora mismo, es algo que el Betis debe recuperar urgentemente.