Revista La Liga
·17 janvier 2025
Revista La Liga
·17 janvier 2025
David González, el nuevo director técnico de Millonarios Fútbol Club, dio su primera rueda de prensa en el equipo ‘embajador’. Lo más importante que dijo fue con respecto a la renovación de Falcao García, la nómina actual y los refuerzos que llegarían.
El joven entrenador antioqueño no fue oficialmente presentado ante los medios de comunicación cuando fue contratado tras la renuncia de Alberto Gamero. Por eso su primer encuentro con los periodistas como técnico de Millonarios fue luego de su primer partido en el club capitalino.
Los ‘albiazules’ empataron sin goles ante Melgar, de Perú, en un juego amistoso de la Serie Colombia, un triangular de pretemporada en Bogotá, del cual también forma parte el América de Cali.
«He tenido la oportunidad de hablar con él un par de ocasiones. Su deseo y el nuestro es que él pueda estar acá. Esperaremos. Los próximos días serán cruciales para tener una respuesta, que ojalá sea positiva».
Revista La Liga sabe que ya hay un acuerdo económico entre el jugador y Millonarios para prolongar el vínculo contractual por un año. Pero la respuesta de Falcao depende encontrar patrocinios externos con los cuales alcance a cubrir el impuesto al patrimonio, el cual deberá pagar si juega un segundo semestre seguido en Colombia. En este sentido el avance ha sido positivo últimamente.
«No se trata de qué exigencias hace David González, o si las hace o no las hace, o si se las cumplen o no se las cumplen. Me parece que este equipo tiene una de las mejores nóminas del país. Cualquier otro jugador que vaya a llegar a Millonarios tiene que ser mejor que los que están. No puede llegar aquí cualquiera a vestir una camiseta tan importante. El análisis lo seguimos haciendo. Creo que la razón por la que no se consigue un título no es la falta de refuerzos; hay muchas cosas que pasan. Creo firmemente también que este equipo tiene una huella y hay que aprovechar eso; tratar de potenciar lo muy bueno que hizo el profe Alberto en estos cinco años. Todo lo que queremos es ser campeones, darle esa alegría a la gente. Tendremos días o semanas claves para que, si llega alguien, sea alguien que verdaderamente marque la diferencia. No simplemente es por tratar de completar una nómina o decir que llegó alguien y ahora sí hay posibilidad de ser campeón. Esa posibilidad está en un grupo demasiado capaz y comprometido. Miraremos la situación cómo se da».
Esa fue la primera respuesta de González sobre el tema. Pero otro periodista le contrapreguntó por el mismo tema, diciendo que no todos los que siguen a Millonarios pueden estar equivocados al coincidir en que el equipo sí necesita refuerzos urgentemente, sobre todo por las bandas.
«Nosotros no pensamos que ustedes estén errados. Pero la confianza que yo siento en lo que hacemos y en el equipo que tenemos no es por proteger a un grupo o tratar de subirle la moral; es porque verdaderamente lo creo. En el momento en que sintamos la necesidad, que puede que ya la sienta o puede que no y aquí no lo voy a decir, yo voy a ser el primero en manifestarla. No me parece que en una rueda de prensa yo tenga que venir a decir sí le exijo o no a los directivos del equipo. Eso es algo que se maneja detrás de cámaras. Pero tengan la certeza que no están equivocados, y nosotros queremos lo mejor para la institución».
El club de Bogotá mostró más de lo mismo en dos aspectos, la formación y el juego.
Como no hay refuerzos, David González alineó a los mismo jugadores que antes ponía Alberto Gamero. Los titulares fueron Montero; Alfonzo, Llinás, Vargas, Banguero; Vega, Pereira; Córdoba, Silva, Valencia; Castro. Empezando el segundo tiempo cambiaron los cuatro jugadores de ataque con la entrada de Ruiz, Cataño, Mantilla y Giordana. Después jugaron Charrupí por Pereira y Mosquera por Vargas.
En cuanto al juego, Millonarios se vio sólido en defensa ante un rival que atacó poco y enredado en ataque ante un rival que se defendió bien en bloque medio. Tras un cuarto de hora con intensidad y presión alta, el resto del primer tiempo los ‘embajadores’ fueron inofensivos. En el segundo tiempo hubo una mejoría con los que entraron, con más presencia e intención ofensiva, pero poco claridad.
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