Superlider
·1 décembre 2024
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Uno de los logros más sorprendentes en la historia reciente del fútbol ocurrió en la temporada 2015-2016, cuando el Leicester City logró ganar la Premier League, un título que parecía absolutamente impensable al principio de la campaña.
En ese entonces, el Leicester era considerado un club pequeño, sin grandes recursos, y apenas un año antes había estado luchando por no descender a la Championship, la segunda división inglesa. La temporada 2014-2015 fue complicada, pero el equipo logró salvarse del descenso, lo que le permitió mantener la estabilidad.
Sin embargo, bajo la dirección del entrenador Claudio Ranieri, el Leicester dio un giro inesperado. En lugar de luchar por evitar el descenso, se transformaron en una máquina imparable de fútbol ofensivo y sólido en defensa. Jugadores como Jamie Vardy, quien había pasado de jugar en ligas menores a convertirse en uno de los mejores delanteros de la liga, y Riyad Mahrez, el brillante mediocampista argelino, fueron fundamentales en el éxito del equipo.
El Leicester rompió todos los pronósticos y, con un estilo de juego dinámico y colectivo, terminó la temporada con 81 puntos, superando a gigantes como el Manchester City, Arsenal y Chelsea. El título fue confirmado en la jornada 36, cuando el Tottenham empató contra el Chelsea, lo que aseguró que el Leicester no pudiera ser alcanzado.
Este título histórico es recordado no solo por ser una gran sorpresa, sino también por demostrar que, en el fútbol, la dedicación, el trabajo en equipo y la fe en uno mismo pueden superar incluso a los presupuestos más grandes.