Diario La Escuadra
·30 avril 2025
Las tres claves que marcarán el Athletic-Manchester United de Europa League

Diario La Escuadra
·30 avril 2025
Ernesto Valverde y Rubén Amorim nunca se han enfrentado en partido oficial como entrenadores, pero sí lo han hecho en un partido amistoso. Fue el pasado verano, durante la pretemporada. En aquel momento, curiosamente, el técnico portugués aún dirigía a un Sporting de Portugal que iba a jugar Champions esta temporada, por lo que nada hacía presagiar que los caminos de ambos entrenadores fueran a volver a cruzarse.
Aquel partido se lo llevó el Sporting de Amorim por 3-0 en un partido donde su equipo mostró la tremenda personalidad y claridad en el juego con balón que meses después llevaron al Manchester United a confiar en él para su proyecto.
Las ideas de ambos entrenadores, pese a que Amorim ahora esté en un United con una plantilla bastante diferente, siguen siendo las mismas, por lo que el partido del jueves se antoja de nuevo muy rico en matices tácticos y con un choque de estilos a tener en cuenta.
Probablemente, la faceta del juego que más caracteriza respectivamente a cada entrenador. Desde su 1-3-4-2-1 tan reconocible, el equipo de Amorim suele insistir en una salida rasa y combinativa para generar ventajas a los futbolistas ofensivos. Por su parte, el conjunto de Valverde hace de su presión alta un auténtico infierno para los rivales, que rara vez suelen encontrar salidas a la misma o, por lo menos, las deseadas.
En la fase de iniciación, el equipo inglés adelanta a uno de los centrales de la línea de 3 (últimamente Maguire) al mediocampo para que uno de los dos pivotes coja altura. Los carrileros se hunden y el equipo pasa a construir casi en 1-4-2-4, donde el portero Onana es un pie más en la gestación. El problema radica en que ese doble pivote está formado por Casemiro y un central, lo que dificulta poder progresar por dentro al equipo ante las dificultades que tienen para jugar de espaldas. Esto obliga al United a buscar una salida exterior o a jugar directo hacia su delantero, Rasmus Højlund, una solución que rara vez le suele dar frutos.
El pasado sábado, los diablos rojos se enfrentaron al Bournemouth de Andoni Iraola, un equipo que, en palabras de Amorim, se parece mucho al Athletic en la forma de presionar. Una apreciación muy interesante del técnico portugués, ya que hay aspectos similares en la presión de ambos equipos, como la asimetría buscando orientar la salida rival hacia un jugador o sector concreto.
El Bournemouth optó por saltar con Semenyo (extremo derecho) a Luke Shaw (central izquierdo) para orientar la salida hacia Dorgu (lateral izquierdo). A él le saltaba Smith (lateral derecho), a la par que sus compañeros se emparejaban con los jugadores cercanos del United para cerrar cualquier vía de escape.
Un comportamiento que el Athletic también ha llevado a cabo varias veces esta temporada, como la semifinal de Supercopa de esta temporada, con Iñaki Williams (extremo) saltando a Iñigo Martínez (central) y Lekue (lateral derecho) saltando a Balde (lateral izquierdo).
Dados los problemas que le causó esta disposición en la presión del Bournemouth al Manchester United (así llegó la jugada del 1-0), parece claro que Valverde repetirá la fórmula. Ahí, los ingleses deberán encontrar una nueva solución o tendrán muchos problemas a la hora de encontrar salidas.
El Athletic saldrá a dominar el encuentro y tendrá que superar el bloque defensivo del United, que se ubicará en su habitual bloque medio en 1-5-4-1 o 1-5-2-3. Ahí es donde el conjunto de Manchester resulta más peligroso, pues dispone de auténticas balas arriba (el ya mencionado Dorgu, Rasmus Højlund o Alejandro Garnacho).
El Athletic deberá tener cuidado con las vigilancias cuando esté atacando para evitar que, si roba, el United pueda encontrar a Bruno Fernandes con tiempo para levantar la cabeza y lanzar a los futbolistas de arriba. En ese sentido, Valverde podría optar por una fórmula parecida a la que empleó en la vuelta de octavos contra la Roma, donde, cuando el Athletic tenía balón en campo rival, el lateral de lado contrario cerraba casi como un volante más para tener una red de seguridad mucho más fiable y con distancias de relación más cortas en la tenencia del balón y a la hora de la pérdida.
En este apartado del juego se juntan dos tendencias opuestas. Si bien el United tiene un arma importante en la conexión Bruno Fernandes->Maguire en ataque, su balón parado defensivo está costándole muchos puntos esta temporada. Han encajado más de una decena de veces en acciones de estrategia esta temporada. El viral gol encajado contra el Everton, donde el balón está varios segundos en el área sin que nadie lo despeje con contundencia, ilustra la inseguridad que transmiten los red devils en estas acciones.
Además, André Onana es un portero con tendencia a medir mal los tiempos y a no imponerse en su zona, de ahí que los rivales hayan optado mucho por córners o faltas muy cerradas, incluso olímpicos.
Por otra parte, el Athletic está haciendo muchísimo daño en balón parado esta temporada, sobre todo si el sacador es un Álex Berenguer que previsiblemente entrará en la mediapunta por el lesionado Oihan Sancet. El navarro tiene una sensibilidad tremenda para poner balones tensos a favor de la carrera de los rematadores. Asistió, por ejemplo, a Yuri en el 2-1 contra el Roma que daba momentáneamente el pase a cuartos.
En partidos tan parejos, los pequeños detalles siempre marcan diferencias y el United deberá tener especial concentración para contener la estrategia de los rojiblancos.
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