Liverpool aplastó a Tottenham y se metió a la final de la Copa de la Liga | OneFootball

En Anfield, los Reds derrotaron 4-0 a los Spurs y remontaron el 0-1 que sufrieron en el partido de ida en Londres. Así, jugarán por segunda vez consecutiva la final de la Carabao Cup, donde ya lo espera el equipo dirigido por Eddie Howe el 16 de marzo.

Habiendo dejado atrás unos primeros minutos accidentados donde Richarlison, quien no se pudo recuperar del todo y tuvo que abandonar el campo al término del primer tiempo lesionado, Darwin Núñez y Ben Davies se llevaron la peor parte, los Reds asumieron la responsabilidad en ataque. Pero se toparon con la presión y acumulación de jugadores de los Spurs que, en su propio campo, le negaron al conjunto de Arne Slot ejecutar lo que mejor sabe hacer en Anfield: juntar pases y así neutralizar a la defensa rival. En ese sentido, los rápidos contraataques de Tottenham fueron un dolor de cabeza al cabo de los primeros 45 minutos para el equipo local.

Sin embargo, el centro filoso de Mohamed Salah y la posterior definición de primera de Cody Gakpo derribaron la retaguardia de los comandados por Ange Postecoglou que quedaron el shock al recibir el gol que emparejó la serie y le dio vida al Liverpool antes de irse al descanso. Para colmo, el futbolista egipcio, de los más destacados en el conjunto líder de la Premier League, tuvo el segundo en sus pies para ampliar la ventaja, pero el palo le dijo que no.

El complemento comenzó de la misma manera que terminó el primero: con Liverpool como protagonista y acechando el segundo gol. Tal es así que en apenas dos minutos, los Reds llegaron tres veces al área rival, y si no fuera por las grandes intervenciones de Caoimhin Kelleher, el partido podría haberse resuelto mucho antes. Precisamente, fue el dueño de los tres palos de los Spurs quien abrió el camino para que Liverpool avanzara a la final de la Carabao Cup: llegó tarde a cortar a Darwin Núñez, quien terminó derribado en el área. El árbitro no dudó en sancionar la pena máxima y Mohamed Salah no falló desde los doce pasos.