Triste derrota de las Poderosas en Tuluá | OneFootball

¡Ey, parceros y parceras del Rojo! Esta vez no pudimos traer los tres puntos desde el Valle, pero las guerreras del Independiente Medellín Femenino se batieron como unas verracas en la cancha del Doce de Octubre de Tuluá. Perdimos ante Internacional de Palmira, sí, pero esto no es para bajarle la caña al equipo. ¡Todavía estamos metidos en la pelea, pues!

Fue un partido de esos que te dejan la garganta seca de tanto alentar. Las cosas no salieron como esperábamos, parce, y aunque metimos todo el corazón, no logramos remontar. Internacional aprovechó las que tuvo y nos cobró. Pero ojo, que eso no significa que nos bajamos del bus… ¡ni por el berraco!

A pesar del resultado, seguimos firmes en los primeros lugares de la tabla. ¡El Medellín Femenino no se rinde, mi hermano! Estas peladas tienen más garra que una chiva en bajada y lo han demostrado durante todo el torneo. Esta derrota solo es una piedrita en el camino, una enseñanza más pa’ seguir creciendo como equipo.

Lo que viene ahora es clave, y todos tenemos que estar más conectados que nunca. Se viene un partidazo contra Real Santander en nuestra casa adoptiva: el estadio de Itagüí. ¡Así que alistá la camiseta, el parlante y la buena energía, porque las nenas necesitan sentir ese aguante paisa que solo la hinchada poderosa sabe dar!

No hay que aflojar ni un segundo, parce. Este equipo tiene fútbol, tiene talento, pero sobre todo tiene actitud. Y cuando hay actitud, cualquier tropezón se convierte en impulso. Vamos a corregir, a apretar los guayos y a salir con más hambre de victoria que nunca.

Sabemos que dolió perder, parce, porque el Medellín siempre quiere ganar. Pero también sabemos que esto es fútbol, y en el fútbol no siempre se gana, pero siempre se aprende. Y estas jugadoras están aprendiendo a pelear con altura, a no dejarse tumbar y a representar esta camiseta con todo el honor que merece.

Así que ya sabés, mi loco: esta historia no termina acá. Nos vemos en Itagüí pa’ llenar ese estadio de pasión, de cánticos y de apoyo incondicional. Porque este equipo lo vale, y porque ser del Poderoso no es solo celebrar triunfos, es estar ahí en las buenas, en las malas y en las que están por venir. ¡Vamos, Rojo Femenino, que esto apenas comienza!