Madrid-Barcelona.com
·30 Desember 2024
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No son buenos tiempos para La Fábrica de Valdebebas y el fútbol base del Real Madrid. Carlo Ancelotti se cierra en banda a recurrir a jugadores de la casa para solucionar sus problemas con las lesiones.
Y en La Fábrica las sensaciones no son buenas entre los jóvenes talentos del Real Madrid. Además, ven que en el Barça reciben todo tipo de facilidades para ascender al primer equipo.
La decepción ha sido mayúscula con Raúl Asencio, que tuvo una irrupción brillante en el primer equipo. Ahora Ancelotti le ha castigado con la suplencia, prefiriendo colocar en su lugar a Tchouaméni, que no es central.
Pero Asencio no es el único que está mosqueado con Ancelotti. Jesús Fortea, una de las grandes esperanzas de la cantera blanca, también está molesto y con las maletas preparadas para buscar nuevos horizontes.
Fortea llegó al Real Madrid procedente del Atlético de Madrid. El suyo fue un fichaje polémico que llevó a los dos grandes clubes de la capital a romper sus relaciones. En el Atlético consideraron un "robo" la llegada de Fortea al club blanco.
El defensor valenciano no solo tiene problemas para llegar al primer equipo, pese a que juega en la misma posición que el lesionado Dani Carvajal. También encuentra todos los obstáculos del mundo para llegar al filial, que anda necesitado de refuerzos para remontar el vuelo.
Fortea tiene 17 años y juega en el juvenil A de Arbeloa. Pero quienes le ven jugar cada domingo, aseguran que tiene nivel para el primer equipo.
Relevo ha informado que en el entorno de Fortea existe un descontento mayúsculo por el trato que está recibiendo el jugador en el Real Madrid. No entienden que a estas alturas todavía no haya debutado en el Castilla.
Y si no juega en el Castilla, será difícil que Ancelotti recurra a él para cubrir sus necesidades en el primer equipo.
Las sensaciones de decepción que embargan a Fortea son generalizadas entre los jóvenes talentos de los equipos inferiores del Real Madrid. No solo tienen problemas para llegar al primer equipo. También les cuesta dar el salto al filial, cuyos resultados, además, no son como para lanzar cohetes.