Contra el Barça y el dolor | OneFootball

Después de quedar eliminado por el Real Madrid en Champions y la polémica alrededor del penalti, el Atlético se juega hoy la Liga en el Metropolitano.

Sin apenas tiempo para asimilar que pudiera anularse ese penalti a Julián que condicionó la tanda ante el Madrid el miércoles, el Atleti se ve obligado a reponerse. Si no, corre el riesgo de, cuatro días después, abrir la mano y haber perdido otra competición en una semana. La Liga después de la Champions. Recibe a un Barça por encima y con un punto más (y un partido menos). O se levanta y pelea o será la segunda bala al corazón en una semana negra.

El Atleti puede amanecer el lunes de parón de bajón: puede que, de los tres títulos por los que peleaba hace siete días, ya solo le quede uno, esa Copa cuya semifinal jugará ante el Barça el 2 de abril, en el Metropolitano, tras un 4-4 en la ida. Este primer cara a cara entre los dos puede ser definitivo por la Liga. En la primera vuelta, un gol de Sortloth dejó Montjuïc por los suelos en el 96′ (1-2). Pero, claro, este Atleti ya no es aquel.

Aquel era el Atleti de las 15 victorias seguidas. El que escaló hasta la punta tras el descalabro en el Villamarín. Un Atleti en el que parecía que Griezmann no se había acabado. Tres meses después la segunda vuelta de los rojiblancos no tiene nada que ver con el momento en el que visitó Montjuïc en la primera, 12 puntos de 24 ha ganado, con solo tres victorias en los últimos ocho partidos. Y dos derrotas. La última, de donde viene: 2-1 del Getafe en el Coliseum. Se fraguó en cuatro minutos y con regalo: una roja a Correa que, por marcharse entre lindezas al árbitro, estará fuera cinco partidos. Una de las cartas que a Simeone le funcionaba (siete goles) desde el banquillo. Si los del Cholo quieren seguir peleando esta Liga en un puño con el Madrid y los azulgrana debe vendarse la herida, la rabia y la impotencia, y salir a jugar como si el miércoles no existiera, aunque pasara, aunque siga como un repiqueteo en la cabeza ese penalti cuya anulación nunca podrá entenderse, por muchas vueltas que se le dé a la norma o imágenes que se vean, desde la luna o con la lupa. Ninguna es del todo esclarecedora.

De Szczesny al tridente

El Barça llega en pleno vuelo (sin derrota en 2025) y duelo (el fallecimiento hace una semana del doctor Miñarro). En la Champions, superó al Benfica para estar en cuartos y aspira al triplete. Llega Flick sin lesiones, en la semana de Iñigo(renovación y Selección), con De Jong impuesto sobre Casadó y el mejor tridente de Europa: un Lewandowski con 34 goles, un Raphinha con 27 (y 19 asistencias) y Lamine (con 12 y 17), además de Szczesny, con el que el Barça no ha perdido y acumula ocho porterías a cero en 15 partidos. Una mezcla que puede ser sal en la herida rojiblanca. No solo está el plomo en lo emocional de los del Cholo. También, lo físico.

Cómo terminó De Paul, entre calambres en el 93′ ante el Madrid, cuando aún quedaba la prórroga porque sus piernas no podían más. Ese De Paul que se fue ovacionado y que hoy es el futbolista más importante en la circulación del Atleti: todo pasa por sus pies. Simeone dio a entender ayer que habrá cambios en su once aunque puede que en la izquierda no. Reinildo y Gallagher supieron defender ante el Madrid lo que ante el Barça también tocará: detener a Lamine. Quizá en la punta, con un Sorloth al que el Barça especialmente inspira (cinco goles en siete partidos) por un Griezmann que no está y, lo que es peor, ya no se sabe si volverá ahora que el tiempo le ha alcanzado: un gol en los últimos nueve partidos. Y eso también duele, como ese maldito penalti de Julián.

Un Atleti que es reto para Flick

No le ha ganado Flick al Atleti y con esa ambición viaja a Madrid: darle la vuelta a esa estadística por primera vez. De momento, dos partidos al frente del Barça y una derrota (el 1-2 en Montjuïc y el empate 4-4 en Copa). No repetir el inicio (frío) del último duelo es una de sus órdenes. Tampoco los finales de ninguno de los dos partidos, donde el Atleti o remontó o empató. Un Atleti que se aferra al Metropolitano: único estadio sin triunfo visitante en esta 24-25 (10 victorias rojiblancas y cuatro empates).

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