Agente Libre Digital
·4 Januari 2025
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SD Huesca (1-3-5-2): Pérez Juan, Gerard Valentín, Jorge Pulido, Rubén Pulidoi, Toni Abad, Diego González, Jordi Martín, Hugo Vallejo, Ignasi Vilarrasa, Joaquín Muñoz, Soko.
Equipo un poco alternativo con lo que se presuponía que podía sacar Antonio Hidalgo, dejando fuera a jugadores que están siendo fijos en liga regular, más allá de la titularidad de Juan Pérez bajo palos. algo que puede deberse a la alternancia en dicha competición.
Real Betis (1-4-2-3-1): Vieites, Natan, D.Llorente, Sably, R.Rodríguez, Lo Celso, Isco, Ez Abde, Vítor Roque.
Alineación muy potente sobre el papel que podría enfrentar a cualquier equipo, con todos sus jugadores importantes.
Primer cuarto de hora en el que se impuso un ritmo calmado en lo que a circulación de balón se refiere, con ambos equipos buscando utilizar sus propias armas contra su rival. Los locales mantuvieron el guión de juego habitual, con una línea defensiva bien plantada y sin fisuras, y basando sus primeros ataques en las galopadas de los carrileros. Varias fueron las veces en las que consiguieron plantarse en campo contrario, llegando a conseguir el primer tiro a puerta del partido tras un buen centro lateral.
Piña de la SD Huesca previa al inicio del partido (vía Twitter; SD Huesca)
Los béticos parecían mejor asentados desde el pitido inicial, consiguiendo un 80% de la posesión, algo que no se vió reflejado en peligro hacia la portería oscense.
El ritmo del partido tampoco ayudaba a la producción de ataques peligrosos ya que el Huesca no tenía en mente arriesgar nada más de lo necesario, muy metido en su papel.
Con el paso de los minutos en un escenario que mantenía el mismo guión de dominio bético y vertiginosidad aragonesa, el ritmo se vió aumentado con las primeras apariciones entre líneas de Isco Alarcón, así como algún arreón esporádico de Lo Celso, Abde y Vítor Roque.
Patrick Soko tuvo dos buenas oportunidades de manera poco espaciada en el tiempo. Primero aprovechó un rechace de la defensa para enganchar una volea que no cogió puerta, para después, tras la enésima internada por banda derecha de Gerard Valentín, estrellar su disparo contra un central bético.
El local Rubén Pulido pugna un balón ante el brasileño Roque. (vía Twitter; SD Huesca)
Pasada la primera media hora llegaron las ocasiones más claras hasta el momento a través de los béticos. Jugada trenzada de principio a fin desde línea defensiva hasta llegar a tres cuartos de campo, donde una buena combinación verdiblanca generó una acción de tres contra dos, en la que recibió la bola Giovanni Lo Celso, y el argentino, de zurda, estrelló su disparo contra el travesaño. La jugada continuó, con el rechace favoreciendo a los intereses visitantes, y tras un despeje a centro de Isco, nuevamente Lo Celso sacó un cañonazo que salió lamiendo la parte superior del larguero.
Joaquín Muñoz y Ricardo Rodríguez (vía Twitter; SD Huesca)
En los instantes posteriores, se iba intuyendo que el Huesca estaba sufriendo un desajuste a medida que se iba acercando el intermedio. Se observaba una marcada rotura entre sus líneas, algo que permitió a los béticos llegar con más asiduidad. Hasta que, en el minuto 38, una diagonal de Abde terminó en la diestra mágica de Isco, y en uno de esos momentos en los que el malagueño decide hacer valer todo lo que se haya pagado por verle jugar, dibujó una obra de arte con el exterior al fondo de las mallas.
El Real Betis continuó con su asedio, plasmado en otro disparo al palo de Lo Celso y en la jugada más llamativa del partido, pues su rechace fue enviado incomprensiblemente por Vítor Roque a puerta vacía a las gradas, posiblemente debido al bote del esférico.
Este fallo clamoroso sentó como un gol a la afición del Huesca y espoleó a sus jugadores, que gozaron de un par de acercamientos peligrosos en apenas dos minutos.
Quedó todo abierto para el segundo tiempo.
Continuó el partido con la misma dinámica que venía llevando. No hubo un cambio observable en el Huesca en busca del gol como cabía esperar tras el paso por los vestuarios. Partido con un poco menos de ritmo, entró en un intervalo de minutos en los que parecía que ninguno de los dos equipos deseaba arriesgar y optaban por mantener las cosas como estaban, quizás para reducir la fatiga generada por el alto nivel con el que contamos en la primera parte.
Vieites bloca un balón en una de sus pocas apariciones (vía Twitter; Real Betis)
Sólo un par de acciones hicieron levantar el «¡uy!» de la grada: un gol verdiblanco anulado por falta de Vítor Roque previa al disparo de Isco, y un cañonazo potentísimo al igual que lejano de Diego González, por parte de la escuadra dirigida por Antonio Hidalgo.
Cuando las piernas empezaron a fallar salió a relucir la clara superioridad técnica de ciertos futbolistas visitantes, algo que fue inclinando el campo hacia la portería defendida por Juan Pérez, con muchos intentos de sentencia. Pese al cansancio y a que el Betis estaba siendo superior, su rival no bajó los brazos y mantuvo el ritmo competitivo, que se mantuvo gracias al ingreso de los futbolistas titulares habitualmente que estaban sentados, como Sielva o Sergi Enrich.
Los cambios no contaron con mucho protagonismo en ninguno de los dos bandos, a excepción de Javi Hernández por los locales, que acaparó la creación del juego de su equipo desde que entrase en sustitución de Joaquín Muñoz.
Poco destacable de los últimos momentos del choque, que se desarrollaron según lo previsible. El Betis no consiguió cerrar el partido y lógicamente los locales se volcaron para agotar sus opciones.
Natan va al choque ante Valentín. (vía Twitter; Real Betis)
El partido terminó de torcerse para la entidad oscense cuando Ortiz Arias enseñó la cartulina roja a su entrenador, en un contexto ya de desesperación ante el claro dominio andaluz.
Partido muy divertido en el que el Huesca fue valiente y compitió bien durante todo el choque, generando peligro mientras le duraron las pilas, pero la constancia sevillana, unida a la solidez defensiva y al partidazo de Isco, decantó la balanza.
El partido contó con muchas alternativas, donde el Huesca jugó sus cartas esperando encontrarse con una opción de hacer daño ante un rival superior sobre la mesa, que pudo vivir más relajado sino se hubiese producido el fallo de Roque, que no cuajó un buen partido y fue sustituido.
Chimy Ávila busca opciones en ataque (vía Twitter; Real Betis)
Pudo encontrar este premio en una acción en el minuto 87, en la que llegó a marcar gol, pero fue anulado por fuera de juego.
De nuevo un gol anulado condicionó al Huesca, con el tiempo cumplido, Patrick Soko metió un golazo de chilena, que fue nuevamente invalidado por fuera de lugar. Partidazo el vivido en el Alcoraz, y mucho mérito de ambos equipos, especialmente del Huesca, que nunca dejó de creer.
El Huesca luchó hasta el final pero no pudo contra un fiable Betis, que ya está en la siguiente ronda de Copa del Rey.