Da igual la pelota
·1 April 2025
La amarga sensación de la ambición

Da igual la pelota
·1 April 2025
El lunes 31 de marzo pasará a la historia del RC Celta, no por haber ganado a las Palmas, si no por lo que sucedió al término del partido. A la salida, en los propios aledaños del campo se respiraba una atmósfera de cierta decepción.
Los primeros que se aventuraban a dar su análisis en redes, osaban cuestionar el partido de los de celeste. Todo bañado del tradicional pesimismo tras asistir una vez más a la exhibición de la bien conocida «celtada».
El RC Celta ayer no es que disputara un mal partido. Durante gran parte del partido disputó los mejores minutos en casa de todo el 2025. Que ya es mucho.
Las Palmas desplegó un juego defensivo, cargando de hombres el carril central por el que tanto daño hace el Celta. Inutilizó en varias ocasiones cualquier tipo de opción de asistencia desde línea de fondo y solo una maravilla de Alfon pudo abrir el marcador.
Luego el partido se resume en eso, el conjunto olívico jugando por mediación de un Marcos Alonso y un Fer López inconmensurables. Y a diferencia de otros partidos en esta temporada en casa, Claudio no acertó en los cambios. Beltrán no acabó de darle velocidad saliendo con el balón dese atrás y apenas se vio a un Pablo Durán muy encerrado por la izquierda sin hueco para crear peligro.
A la fe de que este año Europa está cerca, que se van a recibir plazas extra y que no sería una carambola tan grande ver jugar al Celta jugar un jueves de octubre. De ver cada partido como una final y no ver que los muchachos de Claudio Giráldez han sumado 11 puntos de 15 en los últimos partidos.
Lo decía en la rueda de prensa del post partido el propio Claudio Giráldez: «me gusta que la gente esté enfadad yendo octavos con 40 puntos. Me gusta que quieran más»
A eso se debe la rabia del celtismo, pura ambición de hacer cosas grandes.
Autor: Omar Goris
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