Offsider
·4 Februari 2025
Offsider
·4 Februari 2025
La defensa del Real Madrid vive una crisis que no es consecuencia de un solo partido ni de una lesión aislada. Tras un año marcado por las bajas de sus centrales más importantes, la gestión de minutos por parte de Ancelotti y la inacción de la directiva, el equipo se enfrenta a un escenario defensivo crítico. La reciente lesión de Rüdiger, previsible dado su sobreesfuerzo, pone de nuevo sobre la mesa los errores de planificación. Con los partidos más importantes de la temporada a la vuelta de la esquina, el Real Madrid debe hacer frente a una falta de solidez defensiva que amenaza con poner en peligro sus aspiraciones.
Para entender el kit de la cuestión hay que remontarse a principios de la temporada pasada, específicamente al minuto 50 del primer partido de la 23/24 frente al Athletic Club. El curso se cobraba al primer damnificado: Éder Militão. El brasileño, en un mal apoyo confirmó la peor de las noticias, una rotura del ligamento cruzado anterior. Una baja sensible del mejor central de la plantilla y uno de los mejores del mundo. Sin embargo, había efectivos de sobra para cubrir este contratiempo, Rüdiger estaba llamado a suplir y jugar al lado de Alaba, sin mencionar a Nacho en la recámara.
Cuatro meses y cinco días le llegaría el turno a Alaba. En un partido contra el Villarreal en el minuto 35 el austriaco sufriría la misma desgracia que su compañero Militão. Otro ligamento cruzado anterior y dejaba la posición bajo mínimos, solo Rüdiger y Nacho. Ancelotti ya empezaba a buscar otros jugadores para cubrir el central a modo de parche y los encontró en Tchoauméni y puntualmente en Carvajal. El buen rendimiento del francés le hizo imponerse por momentos a Nacho, un punto de inflexión en la carrera del madrileño. Con el compromiso de todo el bloque defensivo el Real Madrid vivió un año de muchos éxitos y, a pesar de las lesiones, levantaron Liga y Champions.
A lo largo de la temporada pudo volver Militão, fue poético como ocho meses después redebutó contra el Athletic Club y en el Santiago Bernabéu. De cara al mercado de transferencias el Real Madrid solo tenía en mente un nombre: Leny Yoro, la perla del fútbol francés. Durante meses parecía hecho el fichaje. Mientras Nacho decidía dejar el club en una decisión tomada por la gran oferta del fútbol arabe, el inminente fichaje de Yoro y la irrupción de Tchouaméni como central. Yoro acabó en Old Trafford y Florentino decidió no buscar otro repuesto a un Nacho que puso rumbo a Al-Qadsiah. A eso hay que sumar la crítica lesión de Alaba, la reciente recuperación de Militão y la artritis prematura de la rodilla de Rüdiger.
Con la barriga llena de títulos y el fichaje galáctico Kylian Mbappé, dejaron en segundo plano la urgencia por reforzar la posición de central. Militão y Rüdiger eran los dos únicos zagueros de primer equipo, una pésima decisión teniendo en cuenta sus problemas en las rodillas. Sin embargo, el rendimiento de Tchouaméni y de Carvajal como repuestos de garantías hizo que no le dieran la importancia que debían en la casa blanca.
Si ya eran escasos los activos en el central, se fueron encadenando una serie de desgracias en forma de lesión. No fue ninguna coincidencia que un jugador recién salido de una lesión tan grave como Militão acabase cayendo en otra. Era cuestión de tiempo y más cuando disputaba todos los partidos posibles. El 9 de noviembre el cruzado de su rodilla derecha se fracturó, segunda lesión grave en poco más de un año. Éder decía adiós a la temporada y dejaba a Rüdiger como único central de toda la plantilla. En ese mismo partido contra el Osasuna, Ancelotti encontró en Raúl Asencio un relevo de alto nivel que debutó con una asistencia de 50 metros a Bellingham.
Asencio disputando el balón con Gakpo Fuente: DefensaCentral
No obstante, Ancelotti decidió que Tchouaméni fuese su primera opción para relevar a Militão como central. Aunque Asencio daba muestras de su calidad y Aurélien de su incapacidad de repetir el nivel que había mostrado la temporada anterior. Para más inri, anteriormente se había lesionado Carvajal, otro de los parches de Ancelotti para el central. Así quedó la defensa del Real Madrid, Rüdiger sin perderse ni un minuto, Tchouaméni fuera de posición y Asencio consolidado en el primer equipo, una nómina corta.
La situación defensiva del Real Madrid se presenta compleja a medida que se acercan partidos clave en la temporada. Alaba, aún en proceso de recuperación, no está listo para asumir la responsabilidad de un duelo de alta exigencia. A pesar de su experiencia, el austriaco carece del ritmo necesario de cara a la serie de partidos próximos, solo ha jugado 70 minutos divididos en cuatro minutos. Por su parte, Tchouaméni no ha conseguido adaptarse al rol de central, mostrando un rendimiento muy por debajo de lo esperado y mostrado la temporada anterior. Asencio es la nota positiva en este panorama, el canario ha irrumpido como un central de primer nivel. Su concentración y capacidad de ganar duelos ha hecho que la camiseta del Real Madrid no le quede grande.
Rüdiger saliendo del campo lesionado (Photo by Jose Breton/Pics Action/NurPhoto via Getty Images)
La gran preocupación llega con la lesión de Rüdiger. Tras una acumulación excesiva de minutos sin descanso, el alemán ha sufrido una lesión en el bíceps femoral que le dejará fuera de juego 20 días. Esto deja al Madrid sin su central más sólido en momentos clave, los próximos partidos incluyen dieciseisavos de Champions contra el City, el derbi y los cuartos de final de Copa. Ancelotti nunca ha optado por probar a Asencio junto a Tchouaméni. Ahora esta pareja inédita tendrá que demostrar estar a la altura de la situación en los partidos más importantes de toda la temporada. La gestión de los centrales por parte de Ancelotti ha sido cuestionable y ahora el equipo se enfrenta a una falta de solidez defensiva que podría costarles muy caro.