Las conclusiones que sacó Flick del 4-4 | OneFootball

El empate 4-4 ante el Atlético de Madrid en la ida de las semifinales de la Copa del Rey dejó una sensación agridulce para el FC Barcelona. Mientras algunos aspectos del juego confirmaron la fuerza, la mentalidad y el talento que definen a este equipo, otros evidenciaron deficiencias que deberán ser corregidas si el conjunto azulgrana quiere seguir luchando por todos los frentes.

El técnico alemán Hansi Flick no dudó en calificar el último gol encajado por el Barça como «increíble» pero también dejó claro que, a pesar de la calidad del fútbol mostrado, los errores defensivos a los últimos instantes siguen siendo un problema que el equipo deberá abordar con urgencia. «Habrá charla de vestuario para corregir estos errores», aseguró Flick tras el encuentro, dando una pista clara de que el trabajo por hacer es aún considerable.

Uno de los puntos más negativos del partido fue, sin lugar a dudas, la vulnerabilidad del Barcelona tanto al inicio como al final de los partidos. En Montjuïc, el Barça se vio sorprendido por un Atlético que aprovechó los primeros minutos para marcar rápidamente. El 0-1 llegó al primer minuto de juego, y el 0-2 al sexto. Este tipo de arranques lentos no es algo aislado, sino que se ha repetido en varias ocasiones a lo largo de la temporada, ante rivales como el Sevilla, el Benfica, el Getafe o incluso el Real Madrid en la Supercopa. El Barça parece tener dificultades para arrancar a toda velocidad, lo que le cuesta caro en momentos clave del partido.

Los fallos individuales, especialmente en la defensa, también fueron protagonistas. Un error de Koundé permitió un contragolpe letal que acabó en gol del Atlético. Este tipo de fallos, aunque no frecuentes, son lo suficientemente graves como para poner en evidencia la falta de consistencia de la zaga azulgrana en momentos cruciales. En general, la defensa sigue sin transmitir la solidez que se espera del equipo y los errores no forzados siguen siendo un factor a tener en cuenta.

Sin embargo, el empate también fue un claro homenaje al buen fútbol. El Barça demostró que sabe a qué juega y cómo enfrentarse a sus rivales. A pesar de los errores defensivos, el equipo mostró una mentalidad férrea, capaz de remontar un partido que a los seis minutos ya parecía perdido. El Barça no se rindió, y aunque el resultado no fue el deseado, la actitud de lucha fue ejemplar.