Ojo de Halcón
·9 November 2024
Ojo de Halcón
·9 November 2024
Quique Monleón Ciurana
El futbolista cántabro, que ya suma 2 temporadas en Can Barça, no está gozando del protagonismo que sí tuvo en un Girona que intentó hasta última hora lo de poder hacerse con un futbolista que lleva 5 partidos sin disputar ni un solo minuto con el conjunto blaugrana. Pese a sus buenas cifras con el conjunto catalán (3 goles y 1 asistencia en los 5 partidos donde ha podido contar con minutos en liga), Pablo Torre parece no agradar a Flick estando, al mismo tiempo, por detrás de jugadores como Dani Olmo, Fermín, Pedri o Gavi, pieza angular de un Barça que, una vez llegue el mercado invernal, buscará remedios en firma de salida a un jugador que y a causa de la poca confianza depositada en él y la falta de minutos, ha estado lejos de demostrar aquel jugador que pintaba a super estrella en el Racing de Santander.
No todos sonríen en el Barça de Flick. El tener un once muy marcado y que el aficionado puede recitar de memoria, es un concepto que damnifica a esos futbolistas que, por decisión del entrenador, no parten entre los once elegidos, encontrando entre los perjudicados por el buen funcionamiento del once de gala de Hansi Flick, a Pablo Torre. El santanderino, que llegó hace 3 años al Barça Athletic procedente de un Racing de Santander que añora todavía al que ha sido uno de sus líderes durante esta última década, solamente estuvo 3 partidos con el filial culé, saltándooslo rápidamente hacia un primer equipo donde y con Xavi Hernández, solo pudo disfruta de 13 partidos en la élite, números lejanos a los disputados en el Sardinero, donde Torre en cosa de 60 partidos, llegó a la cifra de los 14 goles, siendo la sensación llaneando la atención de un Barça al cual es imposible rechazar pese a exponerte al cerrar el grifo de los minutos que podías estar teniendo hasta la fecha.
Una vez acabada su primera temporada con el Barça, Pablo Torre pudo percatarse que en el primer equipo, cabida él no tenía. Nombres como Pedri, que ya se había establecido como uno de los líderes en el vestuario azulgrana o Gavi, como bien hemos comentado anteriormente, pasaron por encima de un cántabro que obtuvo por los pelos, el aprobado en su primera temporada en la ciudad condal. Llegado le mercado estival, tanto Pablo Torre como el Barça se percataron que lo mejor para el desarrollo del aún futbolista joven (21 años tiene actualmente), era que saliese cedido, siendo el Girona de Michel, un proyecto en ascendencia, el mejor destino para un futbolista que necesitaba rodaje en Primera División de cara a poder necesitarlo el Barça en un futuro cercano.
Y sería en Girona donde Pablo Torre encontraría algún que otro minuto más que los disputados en el Barça. Tras la odisea en el desierto que supuso su primera temporada en Can Barça, Torre vería en Michel (actual técnico del club gerundense), un verdadero padre futbolístico, el cual le daría algo más rodaje en la élite en esa posición de enganche la cual no pudo disfrutar durante su estancia en el Camp Nou, ayudando a realizar una temporada verdaderamente histórica tanto para el club, el cual quedaría en una más que heroica 3 plaza como para Pablo Torre, que jugaría más de una treintena partidos en la élite, siendo de ayuda para un Girona que se quedaría a un paso de los 80 puntos: un verdadero hito para un equipo que hace menos de un lustro, se encontraba luchando de cara a no descender a la 3 división del fútbol español.
Acabada una temporada de ensueño tanto para el Girona, el jugador volvió a Barcelona pese a que el club gerundense pujase por él hasta último momento, teniéndose que contentar el club catalán con traer a Van de Beek, quien y en teoría, debería suplir a un Pablo Torre que retornaría a un Barça donde sus minutos no iban a estar garantizados. Devuelto al Barça y empezada la pretemporada, Pablo Torre se toparía con el mismo problema que le envió a Girona el año pasado: la insurrección de un futbolista en su misma posición, siendo en este caso, Fermín López, quien y actualmente, es una de las piezas clave de cara a entender el buen hacer presente en el centro del campo de un Flick que tiene claro a su “cuadrado mágico”: Pedri-Fermín-Gavi-Olmo, habiendo entrado a última hora un Frenkie de Jong que le da visión y estabilidad de juego a un Barça que cometió un grato error no deshaciéndose de un futbolista que y dado lo ocupado que está el centro del campo, debe seguir su carrera (en caso de no querer quedarse estancado) fuera de Barcelona en forma de cesiones como otros jóvenes bien están haciendo.
Con 209 minutos disputados en una quincena de encuentros, los números, desoladores cuanto menos, dan a entender que tanto Pablo Torre como el Barça cometieron el error de no separar sus caminos el pasado mercado estival. La aglomeración de grandes nombres en el centro del campo culé y la poca fiabilidad brindada por el cántabro pese a sus cifras respetables, no son más que indicios de la necesidad de una cesión que podría ejecutarse el próximo periodo de fichajes en enero, pudiendo encontrar mismamente en su club de formación, el Racing de Santander, primero clasificado en la Segunda División y necesitado de ese jugador diferencial para destacar todavía más en la categoría de plata, una vía de escape para un futbolista necesitado dar un paso adelante, poder volver a ser líder en un equipo y dejar de desperdiciar los mejores minutos de la carrera de un futbolista: cuando eres joven y estás en constante evolución. ¿Fue un error el Santander para firmar por el Barça?