Quítense la camiseta y cedan la silla | OneFootball

Me contuve a redactar esta columna ayer, cuando finalizó el partido de Millonarios, lleno de rabia, ira y frustración, entendí que no era totalmente ético y correcto presentarles a ustedes un escrito hecho desde el rencor y no desde la perspectiva real.

Sin embargo, pasadas las horas, consumado un nuevo fracaso y al recibir el hate a mi alrededor, mi rabia y mi ira desaparecieron, pero la frustración y el inconformismo me persiguen. A medida que hago catarsis, consumo redes sociales y leo las opiniones del hincha, lo único que trato es de recolectar y juntar tanto la desidia de ellos como la mía.

¿Hasta cuándo?

Es por eso que esta columna, a lo mejor redactada por uno, no solo consuma la rabia del escritor principal, sino de todos aquellos que, al igual que yo, amanecimos con una ciudad fría y con un equipo frío y sin el performance necesario para disputar cualquier torneo al que se enfrenta.

Hoy, la columna no la redacta el ingeniero, el profesor, el empleado, el arquitecto y demás profesiones y trabajos de los que se puedan imaginar, hoy la columna la redacta el hincha, ese que es el único capaz de entender el performance de este club, aquel que en busca de una felicidad efímera viaja por todo el país, continente y el mundo persiguiendo un equipo que hace mucho tiempo dejo de tener mística y jerarquía.

Señores jugadores, cuerpo técnico y directivos, esta es una columna dedica para ustedes, ustedes que siguen acumulando fracaso tras fracaso y que sin medir reparo no son capaces de ser autocríticos y de dar un paso al costado. Ustedes que solo salen a pedir perdón en zona mixta y sus redes sociales, y para quienes al parecer la derrota solo es frustrante mientras se cambian en el camerino, ustedes que de verdad no están a la altura de un equipo como el nuestro.

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Acá no vamos a dar nombres, ni de jugadores, ni de entrenadores, ni de directivos, no solo para evitar inconvenientes, sino para que cada hincha haga su análisis propio, quizá el jugador o jugadores que yo mencione en estas líneas, si sea del agrado de otro hincha y demás. Del mismo modo con el entrenador.

Sin embargo, solo hay una junta directiva que, al igual que los jugadores, no tienen el performance requerido para dirigir, administrar y tomar decisiones del equipo de mis amores. No se vendan como hinchas de Millonarios, no nos hagan y no se hagan ese mal, porque estoy seguro de que todo hincha del Embajador al igual que yo quiere volver a tener ese Millonarios ganador, copero, jerárquico y reconocible, ese equipo que fue él más veces campeón y del que toda Colombia se enamoró. No el Millonarios de hoy, del que solo se burlan.

Desconozco cuál va a ser el rumbo que tome este el club, ojalá el futuro y la vida, nos devuelvan a nosotros los hinchas al menos un 5% de lo que hacemos por estos colores, por esos jugadores fantasmas que visten nuestra camiseta en una cancha y por esos directivos que viven de nuestra pasión.  Quizá no haya que esperar 100 años para que se vaya el mal y ojalá mi cuerpo resista para poder ver ese acontecimiento.

De lo contrario, prefiero ver 11 hinchas sin técnica, pero con amor y pasión dentro de un campo de juego, que 11 jugadores sin técnica, sin pasión, sin amor y con salarios extravagantes supuestamente representándonos.

Escrita por un hincha de Millonarios