Tiralíneas Madrid
·18 Mei 2025
Sevilla 0-2 Real Madrid: La ilusión es Mbappé

Tiralíneas Madrid
·18 Mei 2025
El Real Madrid sumó los tres puntos ante un rival en inferioridad numérica casi todo el partido. El galo anotó el primero y Bellingham sentenció con asistencia de Gonzalo.
De naranja el Real Madrid sobre el verde del Sánchez Pizjuán; al igual que en los semáforos. Pasando sin prisa y cauteloso. Luciendo pareja de centrales tan de moda como inédita; con Vallejo y Jacobo Ramón…a falta de Huijsen. Endrick repetía y Tchouaméni volvía a un once con pinzas…sin Ceballos.
Dos equipos bajo la lupa de su afición y de ese sol de primavera que se resiste a marchar. Al calor de la capital andaluza se le sumaba el clamor de una grada enemistada con los que mandan. Muchos asientos vacíos de gente y llenos de protesta. Dejando sin respaldo a esas sillas de un color rojo más vivo que el propio inicio.
Del mismo color que la tarjeta a Badé. Mbappé se marchaba sólo y su compatriota le hizo un flaco favor a los locales cuando no habían pasado ni quince minutos. Aún así, nada se alteró; los hispalenses dominaban la posesión y los de Ancelotti aguardaban a correr. Un ritmo lento y rácano que no necesitaba la pausa de hidratación, pero un trago siempre va bien.
Un sorbo de agua fría que no le servía al Real Madrid para derribar el bloque bajo de Caparrós. Y del pasivo de balonmano se pasó al balón prisionero; a base de centros y tiros a media distancia. Pero el muro aguantaba firme las embestidas de Mbappé, que falló una clara, y las incursiones de un Endrick muy escurridizo.
Tanto como ese balón que se escabulló entre los pies de Jacobo Ramón. El canterano le agradeció a García Pascual que perdonara el mano a mano que él mismo provocó al dormirse. «Cinco minutos más» suele decirse en estos casos. Añadido cumplido, rumbo a vestuarios y entre pitos para despertar.
Menos ensordecedores que cuando el colegiado expulsaba a Isaac Romero por una entrada desmedida que el VAR tuvo que ratificar. Nada podía ir peor para el Sevilla que iniciaba la segunda mitad con dos menos y el público enfrentado a la directiva. De dirección, Modric sí sabe y, junto a Valverde, daba un paso al frente. Poco juego y mucha tensión que se reflejó en una riña de Mbappé con Kike Salas, mientras Endrick se retiraba roto.
Minutos para que Víctor Muñoz se redimiera y el genio croata dotara de clarividencia y pausa. Pero el reloj corría, el asedio era inútil y Gonzalo se sumaba al suplicio por Vallejo. Una tortura con globos amarillos, como la tarjeta a un Bellingham que ni quería parar a beber. Mbappé tampoco cesaba en su lucha por la Bota de Oro, pero el larguero le privó de un golazo marca de la casa.
No importa. El galo lo tiene claro y abrió la lata batiendo a Nyland de un latigazo inapelable. Lucas Vázquez y Ceballos entraban en lugar de Fran García y Güler, mientras Suso se despedía del sevillismo. Bandera blanca, nunca mejor dicho. Olés irónicos en Nervión y el Real Madrid pidiendo la hora al trote. Marcando el segundo casi sin querer, gracias a la asistencia de cabeza de Gonzalo para que Bellingham empujara a placer. Sin tiempo para más y a una jornada menos.