La Galerna
·26 Januari 2025
La Galerna
·26 Januari 2025
Efectivamente, estoy triste, mucho. Mi amigo Javi sigue con lo suyo y me llama para darme las incidencias del partido contra el Valladolid, pero yo estoy mal. La planificación deportiva del Real Madrid es un desastre, negligente, sin perspectiva histórica y dirigida por piernas que sólo ponen el cazo cada mes. No se ficha a nadie con la de millones que tiene Florentino en la caja, que sólo los quiere para acondicionar el estadio y poder dar conciertos, que es lo único que da dinero, parece ser.
El entrenador y el cuerpo técnico no saben de fútbol, están caducos, trasnochados y Carlo Ancelotti es un abuelo que debe jubilarse por el bien del Real Madrid y del tiempo de calidad con sus nietos. También por el futuro de canteranos como, por ejemplo, Mario Martín, que casi le parte la tibia sin sentido con el tiempo cumplido a Bellingham. Además, este señor italiano que masca chicles sin parar en la banda durante los partidos no hace debutar a los canteranos, no da minutos a los buenos de verdad y tiene “algo” con ciertos jugadores, porque juegan siempre, no rota lo suficiente y, claro, se lesionan.
Da dos días de vacaciones a la plantilla después de un mal partido en vez de hacerles cargar con balones medicinales corriendo los campos de Valdebebas, como debe ser, para que sepan lo que es bueno. Pintus es un caradura al que ya le hemos calado sus métodos, que tiene hartos a los pobres esforzados de la pelota y hace que se lesionen los jugadores. El francés este que han fichado es un fraude que sólo metía goles en la liga de granjeros del país vecino, que ha venido a Madrid de vacaciones, a comer jamón del bueno y a forrarse los bolsillos mientras se ríe de todo el madridismo español, extranjero y mediopensionista.
Los jugadores, menuda panda de vagos y maleantes que por ganar la Copa de Europa del año pasado ya se creen buenos y no meten la pierna, no corren, no trabajan, y se van de vacaciones cuando les dan unos días, inadmisible, qué desfachatez. Estoy desolado, amigos míos. El panorama de octubre después de la visita del Código Penal andante a Chamartín, y después de perder estrepitosamente el mejor título que se podía ganar en Arabia, es verdaderamente de desierto en el desierto. Me temo que la temporada que viene jugaremos contra la Ponferradina (si no asciende) y a Europa sólo la miraremos en el mapa de las isobaras esas de la tele que nos anuncian la famosa ola de frío polar para que nos pongamos el abrigo por las mañanas, que hace mucho relente.
Sí, todo esto se oye y se lee todavía en las redes sociales de lo que se dice “el madridismo”. Analicemos un poquito después de que el Real Madrid alcanzara los 200 goles al Valladolid en liga y que Mbappé marcara su primer hat trick oficial de blanco, convirtiéndose en el jugador nº 81 de la historia blanca en conseguirlo y el nº 90 en conseguir un hat trick o superior.
Empecemos por el principio. La planificación deportiva. Fíjense, amigos lectores. El Real Madrid no ficha por fichar, ficha a los mejores jugadores del mundo que quieren vestir la camiseta blanca. No pone cheques en blanco a jugadores, representantes, padres, entornos ni clubes. Tasa a los chicos, negocia precio y contrato y, si después viene otro con una pasta y el muchacho elige el dinero, pues adiós, muy buenas. Porque el Real Madrid pretende que los que jueguen aquí sean profesionales que amen la camiseta, que es la forma por la cual se han ganado seis Copas de Europa, seis, en los últimos diez años, que se dice pronto. ¿Que hay que fichar? Pues como todos los años, algún refuerzo habrá, pero, queridos amantes de los cromos, estoy seguro que en el quiosco de la esquina podéis encontrar los que queráis a un euro el sobre, venga, a por ellos.
El estadio. Según los últimos datos publicados, los ingresos ordinarios del Real Madrid por todos los conceptos, estadio incluido, superan con creces los de cualquier club del mundo. Don Santiago Bernabéu pensó en los ingresos antes que en la plantilla, por eso construyó esa mole de hormigón a las afueras de Madrid, que fue pasto de la famosa frase de la época: “Un estadio de primera para un equipo de segunda”, y vaya carera hizo el de la frasecita. Sin ingresos, no hay jugadores de calidad, sin jugadores de calidad no hay victorias y sin victorias, no hay títulos. Y, claro, sin títulos no hay grandeza, los mejores no quieren venir y te tienes que conformar con lo que haya. Pues eso, precisamente eso, es lo que está haciendo la directiva actual desde que Florentino Pérez es presidente del Real Madrid, es decir, generar ingresos para traer a los mejores, tener opciones en todas las competiciones, ganar todo lo que se pueda y que cunda el ejemplo entre los mejores del futuro y no se acabe el bucle. Fácil, ¿verdad? Pues, nada, que no lo entienden los entendidos de la redes.
Ancelotti. La cantera. Mirad, queridos amigos, esta temporada, sin ir más lejos, Carlo Ancelotti ha hecho debutar en partido oficial a SEIS canteranos. No a uno, ni a dos, ni a tres, a SEIS, nada menos. Evidentemente no son titulares, salvo la irrupción de Raúl Asencio por las circunstancias, pero han debutado. En un artículo anterior hablé de la importancia supina que para la carrera de un chaval supone debutar con el primer equipo del Real Madrid en partido oficial. Es de un valor incalculable. Pues nada, que no tira de cantera el italiano. Que sólo masca chicles, que no trabaja la plantilla. Estos enterados, que lo más parecido a un balón que han visto en su vida es una sandía, no tienen ni idea de lo que es manejar con éxito un vestuario como el blanco, lleno, plagado de estrellas mundiales, donde todos y cada uno de los cuales es el líder y el ídolo de su país y, además, hacer que se comporten y se sientan como en una familia. Tampoco es calculable el valor de esto en un club como el nuestro. La calidad técnica de Ancelotti está fuera de toda duda por el palmarés que atesora, el mejor del mundo, batiendo récords continuamente y llevando a la nave blanca hasta las cotas de visitar a la Diosa Cibeles un año sí y otro también, para cabreo monumental del colchonero alcalde de la capital (por cierto, felicidades por su paternidad, que se le iba pasando el arroz, que sea para muy bien, de corazón).
Los jóvenes. Que no da minutos a los jóvenes. Ancelotti tiene una particularidad muy marcada. Ancelotti dosifica a los más jóvenes, les cuida, no les quema, no les hace responsables del fallo del colectivo, les hace entrar en el equipo poco a poco para que luego ustedes y yo podamos ver de capitán a Fede Valverde o de mejor jugador del mundo a Vinicius. Miren, miren al otro lado del mapa, ¿Cuántos herederos de Messi, de Xavi y de Iniesta están medio arrastrándose por los campos de España? Decenas, amigos, decenas.
Y ¿por qué? (Mourinho dixit). Por quemarlos, por hacerles creer que son lo mejor del mundo mundial, creando un ambiente enrarecido en el chaval, en su familia, en su entorno, en la prensa, haciéndole creer que es mejor de lo que es aún, aunque tenga el potencial que tenga, metiéndole en una nube que no le corresponde. Pero así lo que se hace es destrozar la carrera de los chicos, así y forzándoles para que jueguen y jueguen mientras están en pleno desarrollo físico, como el pobre de Ansu Fati, que miren dónde está. Me atrevo a decir que con Lamine Yamal pasará algo parecido si no se para la tontería. Así que, amigos, con los chavales, paciencia y normalidad, que se van a hinchar a jugar y a darnos tardes de gloria en el Madrid, pero a su debido tiempo.
Los futbolistas no son trabajadores de una oficina. Trabajan duro todos los días y, además, los fines de semana están lejos de los suyos. Bueno, los fines de semana y casi toda la semana, con los calendarios que hay. Pues claro que hay que darles descanso, como a todo hijo de vecino, digo yo. ¿Que se van fuera? Cada uno, y con el dinero que ganan más, puede hacer de su capa un sayo con sus días libres, faltaría más. Hay más envidia que critica cuando se censuran ciertos viajes, me temo.
En octubre habíamos tirado la liga. Pues mira tú, estamos casi en febrero, que es cuando se empieza a fabricar el turrón futbolístico y nos encontramos clasificados, al menos, para el play in de la Copa de Europa, en cuartos de Copa de España, líderes del campeonato sacando cuatro puntos al mejor At. Madrid de la historia y, a estas horas, diez puntos a la quintaesencia del fútbol, que, como todos sabemos, es el Código Penal andante. La pinta de la temporada, con dos títulos ya en las alforjas, no es precisamente la de bajar a segunda y jugar contra la querida Ponferradina, sino la de disfrutar de una buena temporada y rascar alguno o algunos títulos más.
Se me olvidaba, el francés….. Mbappé…… el chico este…….. 22 goles oficiales lleva hasta ahora, fino como siempre ha estado, adaptado ya a una nueva plantilla, nuevo club, nueva liga y nueva ciudad, trabajado como nadie por Pintus, que ha planificado la temporada sabiendo que no ha habido pretemporada y que, además, este curso acaba, en el mejor de los casos, a mediados de julio. Vaticino que marcará 45 goles oficiales si las lesiones le respetan. Esa es mi cifra. Guarden el artículo y, por favor, disfruten del mejor Real Madrid de la historia, hombre, que la vida son dos días y no hay que amargarse por nada.
No obstante, tengo zozobra, ya me conocen… Sobre todo de pensar que, algún día, Florentino Pérez y Carlo Ancelotti se irán del Real Madrid.
Les dejo, sabiendo que ser del Real Madrid es lo mejor que una persona puede ser en esta vida… ¡Hala Madrid!
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