Análisis post: en la vuelta, cada uno con su ventaja | OneFootball

El Real Madrid se llevó la ida del derbi madrileño en la Champions League con un 2-1 que le da ventaja de cara a la vuelta en el Metropolitano

Premio a la calidad individual

Si por algo están destacando los derbis entre Madrid y Atleti esta temporada, es por ser partidos de mucho respeto en el juego. El atrevimiento y descaro a la altura de dos clubes de su nivel se reserva por miedo al fallo. En esos momentos es donde relucen los jugadores que no se achantan y libran sus propias batallas.

Pronto se identificó esto con la acción del gol de Rodrygo. Aunque sí que surge de un desajuste táctico de Javi Galán, la acción del brasileño tiene mucho de talento propio con ese recorte y el tiro con la pierna mala saliendo con gran potencia.

La réplica iba a surgir con otra jugada solitaria. El conjunto rojiblanco estaba empezando a dominar y los blancos pusieron más efectivos en tareas defensivas. Ante la incapacidad de generar acciones claras, Julián Álvarez se la fabricó él solo. Gana la disputa a Camavinga y se saca un disparo con el efecto justo para entrar por donde debía.

Acción del gol de Brahim. Fuente: Aitor Alcalde/Getty Images.

El tanto que determinó el encuentro, es la culminación de un partido extraordinario de Brahim Díaz. Se juntaron su calidad con la bola y la ayuda en los momentos clave a sus compañeros. Pero el marroquí también tenía guardado un recurso para lucirse. La manera en que recibe y rápido amaga y regatea para poner el balón al palo largo, es algo en lo que poco tiene que ver la pizarra. Esto es lo que terminó premiando en el partido.

Creatividad vs juego directo

La forma de jugar de ambos equipos por una banda o por otra, destacan por su total diferencia. Los merengues utilizaban la banda de Vinicius para elaborar jugadas más colectivas. Esto fue posible por la aportación de Brahim desde el centro hacia el costado, pudiendo coger el esférico, girarse y distribuir donde hiciera falta. La amplitud la daba Vinicius, y la ventaja de las paredes esporádicas la podía aprovechar Mendy o el propio brasileño.

Sin alejarse de esa banda, los colchoneros acostumbraban la acumulación de gente para defender y desarrollaban el juego de posesión por este mismo lado en ataque. El triángulo tan efectivo esta temporada de De Paul, Llorente y Giuliano, hacía descolocarse a la defensa blanca y provocó una de las acciones con más peligro con un pase al segundo palo que Valverde despejó in extremis.

Samu Lino en carrera. Fuente: Denis Doyle/Getty Images.

El otro costado del campo era más directo. Sí que es verdad que el Atlético empezó a dominar jugando por esta banda, pero se trataba de un juego de pocos pases y mucha velocidad sin balón. La aportación de Julián fue clave para no dejar huérfano este lado del campo.

Por parte del Madrid, salvo contadas ocasiones en las que Mbappé se unió a jugar lejos del centro -más por necesidad-, la jugada era simple: balón a la espalda de un Javi Galán flojo en las demarcaciones. Pronto lo aprovechó Rodrygo, pero al final del partido a punto estuvo de ponersele muy cuesta arriba la eliminatoria al Atleti con otra internada por ahí.

Conformismo anticipado

Los últimos quince minutos destacan por una conformidad poco disimulada de ambos conjuntos. El marcador dejaba con un gol de ventaja al Madrid y solo con uno por detrás al Atleti teniendo la vuelta en casa. Simeone rápido vio el vaso medio lleno y metió cambios que, en parte, contribuyeron a un juego más pausado y tímido que a sus vecinos también les venía bien.

Los datos lo corroboran: el Atlético de Madrid ejecutó su último remate en el minuto 61. Esta vez los cambios no dieron la efusividad que ha hecho que se lleven más de un resultado. Además, Ancelotti ya hizo una declaración de intenciones al meter a Modric para que diera pausa y cabeza a las posesiones después del 2-1. El retirado fue Camavinga, cuyo juego no ayudó demasiado a su equipo con fallos preocupantes.

De esta manera, los porcentajes de pasar a la siguiente ronda siguen muy parejos, ya que cada uno tiene sus armas con las que buscar la ventaja desde el inicio del partido de vuelta.

Escrito por Julio Vos Macías.