La Galerna
·10 gennaio 2025
La Galerna
·10 gennaio 2025
Buenos días, amigos. En un buen partido del Real Madrid, enturbiado por el juego sucio de los jugadores del Mallorca, con el impresentable lateral derecho Maffeo a la cabeza, los hombres de Ancelotti lograron doblegar el planteamiento ultradefensivo de Jagoba Arrasate y se impusieron por 3-0. Así, se verán las caras en la final de la Supercopa, el domingo, ante el equipo cliente de Negreira. Los del turno de mañana podéis leer aquí la crónica de Andrés Torres.
Marca otorga todo el protagonismo a Bellingham, que inauguró el marcador y descerrajó otro partido memorable. No nos parece mal que se resalte lo positivo de un encuentro que tuvo tanta marrullería y falta de deportividad por parte de la escuadra insular. No fue solo Maffeo, pero qué más da. Hubo otros maffeos, con otros nombres, pero son todos maffeos o aspirantes a serlo. “El Mallorca dio la cara en un partido que acabó en un nuevo lío entre los jugadores blancos y Maffeo”, reza la primera plana marquista. Puede que ese “Maffeo” se refiera a maffeo como concepto genérico, los maffeos, el maffeísmo.
Mejor aún: LO maffeo.
Es posible que el defensa hispanoargentino sea, así, grosso modo, el futbolista más impresentable que ha pisado jamás un terreno de juego, o de lo que para él es el juego. Bueno, sí, tendría que pedir permiso a Luis Suárez, pero por ahí se andarán. Cada vez que el Mallorca juega contra el Madrid, Maffeo reclama su cuota de protagonismo, que los medios le brindan gustosos, para soltar sus fanfarronadas de niño de parvulitos, que luego extiende al césped, y a continuación al pospartido. Hay que entenderle. Sus duelos contra Vinicius son las fechas del año en las que adquiere alguna notoriedad. Durante el resto de la campaña, va a comprar el pan y nadie en la cola le reconoce.
Los jugadores del Mallorca impartieron ayer un curso acelerado de maffeísmo, con el privilegio de contar para el mismo con la presencia de the man himself, el fundador del movimiento. Menudo honor. Es como contar con el mismísimo Karl Marx en un seminario sobre su doctrina, dicho sea salvando las distancias, pues que se sepa el revolucionario filósofo alemán nunca cayó fulminado por un dedo de Engels gentilmente posado sobre su pecho.
En todo caso, cabe desear a Maffeo, a los maffeos, al maffeísmo, a LO maffeo, un buen viaje de vuelta. Las logísticas de un periplo Yeda-Palma de Mallorca deben ser de aúpa, y cuajadas de unos peligros que ni Simbad el Marino, oigan.
As coincide con Marca en designar oficiosamente a Bellingham como el hombre del partido. Hay justicia en ello. Lleva nueve goles en diez partidos y ayer fue el mejor, bien secundado por Rodrygo, Lucas, Camavinga y un Vinícius que supo controlarse admirablemente ante las continuas provocaciones de Maffeo y del maffeísmo. Vini se vio envuelto en la trifulca final, en el túnel de vestuarios, pero es que quién aguanta lo inaguantable. De Burgos Bengoetxea, por cierto, permitió que un Mallorca sumamente leñero terminara el partido sin tarjetas. Ya conocemos a ese señor, que ni es de Burgos ni (según nuestro editor) es un auténtico Bengoechea.
“Un clásico en inglés”, titula As. Sabemos la respuesta: a classic. ¿Cuál es el premio?
Ni clásico ni leches. Lo tenemos muy hablado. No se le puede llamar “clasico” al enfrentamiento entre el mejor club del mundo y el más tramposo. Uno colecciona Copas de Europa, mientras el otro hace acopio de sobornos al estamento arbitral, inscripciones fraudulentas, impune violencia en sus gradas, delitos contra la Hacienda Pública y tráfico de órganos, por nombrar solo unos cuantos. No hay ningún tipo de parecido entre una entidad y la otra y, en consecuencia, lo que se va a jugar el domingo no es un clásico. Tan solo es un partido contra el club cliente de Negreira en el cual, en este caso, resulta que está en juego un título, la Supercopa de España. No es desde luego el trofeo más preciado que se nos presenta en esta temporada, pero lo queremos como queremos todos. Sería el tercero de la presente campaña, tras Supercopa de Europa e Intercontinental.
Si llamar “clásico” a lo que se viene el domingo nos parece inapropiado, imaginamos lo que nos parece llamarlo “superclásico”, como hace Mundo Deportivo. El que sea la final de la Supercopa no convierte un falso clásico en un “superclásico”. Lo que hace que nos desternillemos de risa, no obstante, es el antetítulo: “El cuarto clásico en Arabia llegará marcado por el Caso Olmo y el indulto a Vinícius”.
La golfería intrínseca a frase semejante tiene un desmonte más sencillo que el mecanismo interno del cerebro de Maffeo. Es justamente al contrario, porque los que han sido indultados han sido Olmo y su club, por razones que de sobra conocemos todos. Vinícius no ha sido indultado de nada, sino que sufrió ante el Valencia una expulsión injusta que no debió derivar en ninguna sanción, y desde luego en ninguna en la Supercopa, tal y como está establecido. De manera que el “morbo” al que se refiere la primera plana de Sport, con la que por hoy terminamos, lo trae de casa, solito, el cliente de Negreira, sin ayuda alguna del Madrid. El domingo disputarán ambos un partido “de visibilidad y repercusión mundial”, por si os suena la descripción.
Pasad un buen día.
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