Revista MadridistaReal
·16 marzo 2025
Camavinga vuelve a ser Camavinga

Revista MadridistaReal
·16 marzo 2025
Tras un inicio de temporada en el que su rendimiento estuvo muy por debajo de su nivel habitual, Camavinga ha recuperado su mejor versión, volviendo a ser el jugador dinámico y determinante que tanto entusiasma al madridismo.
El arranque de campaña fue complicado para Camavinga. Se le veía errático en el campo, perdiendo duelos con facilidad, recibiendo tarjetas amarillas, en casi cada partido, y cometiendo errores que en varias ocasiones acabaron en goles en contra. Su falta de claridad en el juego llevó a Carlo Ancelotti a relegarlo al banquillo, cediendo su puesto en el once titular a Dani Ceballos, quien aprovechó su oportunidad mientras el francés intentaba reencontrarse con su mejor versión.
Sin embargo, el destino y las circunstancias le han abierto una nueva puerta. Con la lesión de Ceballos, Camavinga ha tomado el timón del centro del campo y ha respondido con actuaciones sobresalientes. Su resurgimiento comenzó en el partido de Champions League ante el Atlético de Madrid, cuando ingresó al campo en el minuto 70 y tuvo una participación crucial hasta el final del tiempo extra. Su energía, capacidad de recuperación y presencia en la medular fueron clave para sostener al equipo en un encuentro de máxima exigencia. Esa gran actuación le valió un puesto en el once titular en el compromiso de LaLiga, ayer, ante el Villarreal en el Estadio de la Cerámica.
Camavinga respondió con un partido brillante, disputando los 90 minutos y demostrando por qué es una pieza fundamental en el esquema de Ancelotti. Sus números reflejan su impacto en el partido: 35/39 pases completados, 2/3 balones largos acertados, 6/8 duelos ganados, 2 intercepciones, 4 tackles, 2 espacios libres generados y 1 falta ganada.
Más allá de las estadísticas, su influencia en el juego fue evidente. Su capacidad para romper líneas con conducciones precisas, su inteligencia para limpiar la salida de balón y su agresividad en la recuperación permitieron al equipo controlar el mediocampo en un partido complicado. Camavinga no solo recuperó su mejor versión, sino que además se convirtió en el sostén del equipo cuando más lo necesitaba.
Con su confianza renovada y su rendimiento en alza, el francés ha dejado claro que vuelve a ser el jugador diferencial que deslumbró en su llegada al Real Madrid. Su resurgimiento es una gran noticia para los blancos, que encaran la fase decisiva de la temporada con un Camavinga pleno de energía y determinación. El madridismo vuelve a disfrutar de su talento y entrega, Eduardo Camavinga ha vuelto.