La Colina de Nervión
·15 novembre 2024
La Colina de Nervión
·15 novembre 2024
La temporada del Girona FC está lejos de parecerse a la anterior, cuando el equipo acabó tercero en el campeonato con un mercado de fichajes de lo más discreto. Sin apenas inversión en las diferentes incorporaciones, sacaron auténtica dinamita para juntar a un equipo muy potente capaz de plantarle cara a cualquiera. Sin embargo, poco le queda a Míchel de ese grupo de jugadores.
Salidas importantes como la de Aleix García, Dovbyk, Eric García o Sávio desmontaban dicha columna vertebral para tener que volver a construir un grupo competitivo para la que sería, posiblemente, una de las campañas más importantes de su historia. Su debut en Champions parece que se le está quedando largo, con tan solo una victoria en 4 partidos. Más allá del día del PSG, las derrotas abultadas ante Feyernood y PSV suponiendo demasiado castigo. Las lesiones están siendo el otro gran inconveniente, dejando casi la mitad de la plantilla al descubierto.
Su posición en la tabla todavía no preocupa a razón que se mantienen en una zona cómoda. La victoria en El Coliseum significó un gran alivio antes del nuevo parón y así tener margen para recuperar efectivos. Sin embargo, Míchel y la dirección deportiva no acertaron con los fichajes en el mercado. Durante el curso anterior apenas hubo movimientos en la ventana invernal, escenario que puede repetirse ante la situación económica del club.
La inversión de jugar en competiciones europeas ha supuesto un gran esfuerzo y se confía en lo que se tiene en casa. Es evidente que el listón es algo menor y las expectativas no son las mismas. La ausencia de un jugador creativo que conecte la zona de la medular y la delantera se echa en falta, pero eso no va con el entrenador que está apostando por otros perfiles.
Cristhian Stuani celebra un gol con sus compañeros I Foto de: Alex Caparros/Getty Images
La dupla de Quique Cárcel y Míchel siguen bajo lupa. El balance a final de curso puede ser determinante para su continuidad y pese a que ambos mantienen su rédito en el extranjero, no sería extraño asumir un cambio en lo deportivo. De hecho, un comunicado del propio técnico emitido esta mañana hacía tambalear a gran parte de la afición.
El de Vallecas hacía oficial un cambio en lo que respecta a su agencia de representación. Así empezaba su mensaje que sonaba a despedida: “Después de 5 años juntos, separo mi camino de José Manuel Tárraga e Interstar Deporte para empezar un nuevo proyecto profesional de la mano de Álvaro Zazo y Roalza Sports Management”.
Este descartaba que hubiera existido algún tipo de enfado o distanciamiento entre ellos: “Quiero dejar claro que es una decisión personal, tomada con criterio, tras varias reflexiones, y sin ser provocada por algo que haya podido ocurrir entre nosotros”. La nueva agencia dirigida por el emprendedor y también exfutbolista, Álvaro Zazo, cuenta con perfiles de la talla de Juan Cruz, Luca Zidane o Sergio González. Míchel se convierte en el primer entrenador que representan los hermanos jefes de la agencia.
Ese salto a otro representante puede significar una idea de cambio. Tras que su trabajo en los últimos meses haya sido de gran nivel, Míchel ya estuvo relacionado con adquirir un reto mayor. El Girona FC, integrado dentro del City Group, se ha convertido en un gran escaparate para muchos otros equipos como ya sucedió en el último mercado de fichajes. De esta forma, y con Pep Guardiola que no ha renovado todavía con el Manchester City, al igual que Txiki Beguiristain, el cambio de agente podría entenderse como la oportunidad de dar el salto a otro banquillo.
Tras ocupar los vestuarios de Rayo Vallecano, Huesca o Girona FC, un cambio en su carrera supondría otro gran reto en lo personal. Difícil será hacerlo olvidar en Montilivi si finalmente se mueve.
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