Triunfo vital del Barça ante Partizan (87-80) | OneFootball

Los de Peñarroya logran una victoria crucial ante un rival directo gracias a un colosal Kevin Punter (25 pts)

Era evidente que el de hoy no iba a ser un partido más de Euroliga, pero lo vivido en el Palau no tiene precedentes, al menos que yo recuerde. Ambos equipos llegaban con el mismo balance de victorias y derrotas (15-13) en la recta final de la fase regular, lo que elevaba la tensión en el feudo azulgrana. No solo sobre la pista, sino también en las gradas.

Los casi mil serbios presentes en el Palau hicieron notar su presencia incluso antes del salto inicial. Algunos, mezclados entre la afición blaugrana, protagonizaron altercados al comienzo del partido, lo que obligó a intervenir a la seguridad. Parte de la afición local recriminó a la directiva que este tipo de incidentes podrían haberse evitado con una mejor gestión.

Tomas Satoransky pidiendo cabeza al equipo tras una buen parcial del Partizan / @fcbbasket

Un inicio frenético

Si en las gradas el ambiente estaba caldeado, en la pista se notó aún más la trascendencia del choque. Ambos equipos salieron con el cuchillo entre los dientes, peleando cada rebote y cada balón. Parecía que los de Obradovic se multiplicaban en defensa, llegando a todas las ayudas, lo que dificultó al Barça encontrar espacios.

En ataque, el Partizan supo circular mejor el balón para generar ventajas y alcanzó los 32 puntos en el primer cuarto, impulsado por un descomunal Sterling Brown, que lo enchufaba absolutamente todo (13 pts). En el Barça, Kevin Punter mantenía a los suyos a flote con su acierto desde el perímetro (3/3 en triples). El escolta estadounidense regresaba a la cancha tras la lesión sufrida hace un mes en la Copa.

El escolta se ha ido hasta los 18 de valoración al término de la primera parte / @fcbbasket

Reacción azulgrana

La dinámica cambió en el segundo cuarto. El Barça se impuso con un parcial demoledor de 29-9 para cerrar la primera parte con una ventaja de 54-41. Los serbios se fueron apagando en ataque a medida que los de Peñarroya se crecían en defensa. Las ayudas llegaban desde todos lados, y el técnico de Terrassa apostó por rotaciones cortas para mantener la intensidad defensiva que exigía el encuentro. Sus jugadores respondieron con una entrega absoluta.

En ataque, Punter seguía a lo suyo y levantaba al Palau con un triple que obligó a Obradovic a detener la sangría. Sin embargo, ni los ajustes del ocho veces campeón de la Euroliga lograron frenar la avalancha ofensiva culé, esta vez liderada por un certero Chimezie Metu, letal desde la media distancia (8 pts).

El quinteto titular de la segunda parte entrando a cancha / @fcbbasket

Tras el descanso, el Partizan reaccionó y se acercó a 10 puntos (62-52). Su acierto exterior volvió a aparecer, esta vez de la mano de jugadores menos habituales. El exazulgrana Brandon Davies demostró ser un peligro también desde el triple, anotando dos lanzamientos que dieron alas a los suyos.

El Barça perdió intensidad defensiva y permitió que el Partizan se acercara aún más, hasta ponerse a solo cuatro puntos a falta de tres minutos. Punter, que había brillado en la primera mitad, no encontraba el mismo acierto desde más allá del 6,75, lo que inquietó un poco al público azulgrana. Con el marcador en 68-65, Metu calmó las aguas con un triple desde la esquina que hizo respirar al Palau y cerró el cuarto con un 73-67.

Metu lanzando desde la esquina / @fcbbasket

Todo por decidir en el último cuarto. La importancia del choque se reflejaba en cada bote. Las defensas primaban sobre los ataques, espesos en ambos lados de la pista. Willy Hernangómez se afianzaba como un seguro en el rebote defensivo, pero su aportación en ataque era menor y Peñarroya optó por sustituirlo.

Partizan volvía a estar a tiro de tres (75-72) a falta de cuatro minutos. El ambiente en el Palau era ensordecedor. Entonces, un robo providencial de Tomas Satoransky, culminado con un mate que reventó el aro, hizo explotar al pabellón. El Barça ya olía la victoria (83-75).

Tras un tiempo muerto de Obradovic, los azulgranas supieron gestionar los últimos minutos sin excesivos problemas y certificaron un triunfo vital para su futuro en la Euroliga. El Palau, que llevaba tiempo sin una alegría así, volvió a sonreír. Esta es la primera de las cuatro finales que el equipo debe afrontar en este tramo decisivo de la temporada.