Agente Libre Digital
·11 novembre 2024
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·11 novembre 2024
El pasado jueves el equipo donostiarra tuvo uno de los reveses europeos que nadie esperaba, en donde el equipo español cayó derrotado por 2-1 en su visita a tierras Checas.
Tras un planteamiento inicial en el que se alojaba a Orri como delantero y se jugó con un once inicial bastante titular exceptuando las posiciones de delantero centro y de lateral izquierdo, el equipo vasco tuvo un juego muy poco vistoso y se vio sucumbido ante la presión del equipo local y de sus zarpazos en ataque.
El equipo visitante, vestido de dorado, tuvo como únicas pequeñas victorias la cara goleadora de su delantero islandés y el buen hacer de su pareja defensiva pero estaba claro, que Imanol debía cambiar cosas en su siguiente partido liguero.
La entrada en el once de jugadores como Seraldo Becker y Aihen Muñoz dieron una cara nueva al equipo. También se vio un planteamiento mucho más rocoso y con búsquedas continuas de contraataque para así, no dejar cómodo al Barcelona en la zona de creación.
La primera parte estuvo marcada por una polémica acción que conllevó a un gol anulado a Lewandowski tras un fuera de juego que no dejaba ver su validez o invalidez.
Ya antes de esto la Real estaba demostrando un juego certero y, durante el resto del partido, se vio un juego directo y que proporcionó una mejor sensación, no solo antes del gol de Seraldo, sino durante todo un partido en el que el equipo local dominó a un pobre Barcelona que no llegó a disparar a puerta y que se pudo ir con más de tres goles del Reale Arena si no fuera por las continuas intervenciones de Iñaki Peña.
Las grandes actuaciones individuales de jugadores del once inicial como Zubeldia, Aguerd (Figura del partido) o Kubo, se vieron complementadas por las entradas fulgurantes de Elustondo que fue un seguro en defensa y de Barrenetxea que fue un quebradero para Jules Kounde.
La Real supo darle la vuelta a una situación complicada donde saco tres puntos de valor ante el líder de la liga española. Este es un punto de inflexión para el equipo que, demuestra como si que se puede jugar a un futbol efectivo, bonito y que proporciona resultados.