Santa Fe Deportivo
·04 de dezembro de 2024
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Enzo Fernández está viviendo su mejor momento desde que arribó al Chelsea. Su tocayo, Enzo Maresca, logró ordenar al equipo, le dio la confianza necesaria y acomodó a un plantel extenso, que parecía no congeniar. El caso particular del argentino era aún más complejo, ya que la expectativas eran mayores por el elevado precio que se pagó por él -121 millones de euros- y además tuvo algunos problemas extrafutbolísticos que pudieron desviar su atención. El italiano confió en él, le dio la cinta de capitán, le encontró una nueva posición y hoy todo fluye con mucha naturalidad.
Enzo viene de anotar dos goles consecutivos por Premier League: le marcó de cabeza al Leicester tras un despeje defectuoso del arquero Hermansen y le conviritó un golazo a Dibu Martínez en la goleada frente al Aston Villa. Además, en lo que va de la temporada ya acumula seis asistencias.
Estos dos tantos no son casualidad y se explican a partir de la innovación táctica que plantea Maresca para sus dirigidos. Cuando el equipo tiene la posesión se para con un 3-1-5-1. Moisés Caicedo es el mediocampista de contención que baja a la altura de los defensores para recibir la pelota, los dos carrileros se sitúan bien abiertos para darle amplitud al equipo; Romero Lavia, el otro volante central se posiciona un poco más adelante del ecuatoriano; y tanto Fernández (centro-izquierda) como Cole Palmer (centro-derecha) se colocan adelantados y pisan el área con frecuencia.
Luego del partido ante los Villanos, Maresca se mostró muy satisfecho con la posición que ocupó el argentino y explicó que lo podrían haber aprovechado aún más: «Hubo más veces en las que estuvo en las posiciones correctas, dentro del área, y no tuvimos contacto con él».
Cabe recordar que con Mauricio Pochettino, el volante jugaba mucho más retrasado, como mediocampista central. Y más allá de que tiene la técnica y el entendimiento del juego necesario para hacerlo de gran manera, Maresca comprendió que no podía desaprovechar sus cualidades ofensivas, que también las tiene y las ha demostrado tanto en River, pero sobre todo en Benfica.
El análisis del entrenador es simple, y la petición es clara: “Es muy difícil ver goles desde fuera del área. Casi todos los goles llegan desde dentro del área, por eso necesitamos a los dos extremos, los dos centrocampistas ofensivos y al 9 dentro del área”.
Por supuesto que esta transformación no ha sido de un día para el otro. Más allá de la confianza que Maresca depositó en Enzo brindándole la capitanía, el argentino no fue titular siempre. Es cierto que es el sexto que más partidos sumó, pero también se ha perdido cinco de los 21 partidos que disputó el Chelsea este año, lo que supone casi el 25%.
Sin embargo, en los últimos encuentros la realidad fue distinta. El papel de Fernández en el sistema del técnico italiano, con este nivel físico y futbolístico que demostró en las últimas semanas, lo transformaron en una de las piezas más valiosas del equipo, justo lo que buscaba el club al desembolsar tanto dinero por él.