Offsider
·25 de novembro de 2024
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·25 de novembro de 2024
El encuentro entre Las Palmas y Mallorca transcurría con normalidad, salvo alguna acción polémica como el penalti no pitado de Viti Rozada a Robert Navarro en el primer tiempo, el árbitro no quiso saber nada. Tras eso, Alejandro Muñiz Ruiz pasó completamente desapercibido hasta el minuto 87, cuando hubo una trifulca completamente natural propia del deporte entre Jaime Mata y Vedat Muriqi. Según Pizarro Gómez, que estaba en la Sala VOR, el delantero amarillo ‘provoca’ al ‘7’ mallorquinista por celebrar una acción defensiva frente a él. Tras esto, Muriqi realiza una ‘peineta’ a su rival, y el colegiado al revisarlo en el VAR decide expulsar al punta kosovar por ese gesto, y le muestra la cartulina amarilla a Mata.
La jugada continúa, y cuando Greif, portero visitante, va a sacar de puerta, se vuelve a detener el juego para visualizar otra acción: la provocación. Según la regla 12 de las normas de juego: <
Lo más preocupante es que, ciñéndose al reglamento, objetivamente, solo Muriqi podría haber sido sancionado. Resulta paradójico que una falta de respeto por parte de un rival termine beneficiándole. Lo que hizo Mata es un acto totalmente interpretable: ¿cómo se decide si es una infracción ofensiva, o se emplea un lenguaje insultante? El colegiado no contaba con ningún tipo de audio para poder saberlo; simplemente supuso algo que no fue. De este modo, se puede plantear otra hipótesis: ¿cómo saben Valentín Pizarro y Alejandro Ruiz que el jugador del Mallorca no es el que empieza el encontronazo diciéndole algo a Mata para que reaccione así? Es una jugada con tantos interrogantes y malas aplicaciones que, lo que se pudo ver en el recinto de Siete Palmas fue digno de estudio.
‘Peineta’ de Muriqi a Jaime Mata/DAZN
Por si fuera poco, lo que dio lugar al libre indirecto no debió haberse revisado nunca, debido a que el juez de campo se tenía que limitar a comprobar la ‘peineta’ por ser un gesto ofensivo, con su posterior amonestación y reanudando el juego con un bote neutral. La supuesta provocación de Mata no era algo revisable, al no tratarse de una infracción en el juego. Sólo serviría para que el Comité de Disciplina evalúe la sanción impuesta al artillero kosovar. Como se mencionó anteriormente, lo que hizo Jaime no es una conducta ofensiva sancionable, por lo que ahí el videoarbitraje no puede intervenir. A la vista está, que los presuntos encargados de impartir justicia en el fútbol, desconocen las reglas del mismo.
La polémica, sin embargo, no acabó ahí. En la última jugada del partido se anuló un tanto completamente legal a McBurnie que habría supuesto el 3-3 en el marcador. El escocés entró como una exhalación junto a Álex Suárez para rematar un centro en el minuto 100 de partido. Greif atrapó el balón con las manos en primera instancia, pero se le escapa y se acaba introduciendo dentro de la portería. Se señala una falta que nunca hubo sobre el portero, que es el que estira la pierna para chocarse con el jugador de la UD. Y para colmo, en esta ocasión, Muñiz Ruiz no esperó a las indicaciones de la Sala VOR dando por finalizado el encuentro. En todo caso, se tendría que haber concedido el gol o, en su defecto, pitar un penalti clamoroso, ya que el guardameta estira la pierna y contacta con Olie.
Fragmento del vídeo donde se aprecia cómo Greif es el que estira la pierna/DAZN
Evidentemente, en esta ocasión la RFEF no publicó los audios de esta acción, lo que parece un intento de que el asunto caiga en el olvido. Para el aficionado amarillo esto debe resultar algo muy extraño, e invita a pensar únicamente en dos razones: hay algún interés particular en perjudicar a los canarios, o simplemente no interesan en Primera División. Es una teoría muy descabellada a simple vista, pero es que un escándalo así no se había visto nunca. Asimismo, cabe recordar que Muñiz Ruiz ya perjudicó al conjunto local la temporada pasada. Expulsó a Saúl Coco frente al Sevilla FC con una tarjeta roja muy cuestionable, en una acción tempranera que marcaría el resto del duelo.
Lo ocurrido en Gran Canaria debe ser un ejemplo de lo que no puede volver a ocurrir. Se ha demostrado que el uso del VAR se le ha ido completamente de las manos a la Federación Española y al equipo arbitral que la compone. Cometen negligencias jornada tras jornada, y no saben aplicar correctamente las reglas básicas de este deporte, mermando a los equipos que sufren la ineptitud de los colegiados. Mucho tiene que cambiar LaLiga para que sea considerada como una competición de primer nivel, porque, visto lo visto, está a años luz de serlo.
Autor: Manuel García/manuugar