Offsider
·02 de novembro de 2024
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·02 de novembro de 2024
Los de Pioli se encuentran en una situación delicada, y el título de liga parece aún más alejado que la temporada pasada a estas alturas. El Al Nassr de Cristiano Ronaldo se sitúa tercero en la clasificación 6 puntos por detrás del líder, y a diferencia del año pasado esta temporada parece haber otro competidor por el título que no es otro que el Al Ittihad de Karim Benzema, con 5 puntos de ventaja sobre Al Nassr y a tan solo 1 punto del todavía invicto Al Hilal.
El encuentro en casa ante Al Hilal podía ser el día en el que Al Nassr se repusiera del duro golpe de la eliminación copera ante Al Taawoun por todo lo alto. Una victoria ante su afición frente al eterno rival suponía recortar la distancia con el líder a 3 puntos, al mismo tiempo que se ponía fin a la buena racha de un Al Hilal que sigue sin conocer la derrota en un partido liguero desde la temporada 22-23.
El objetivo parecía más cerca que nunca. Anderson Talisca adelantó a Al Nassr a los 58 segundos aprovechando un desajuste defensivo de los de Jorge Jesus, y durante casi toda la primera parte los de Cristiano Ronaldo parecían comerse a un Al Hilal que echaba muy en falta a Rúben Neves, baja por lesión. Los de Pioli, mientras tanto, demostraban un fútbol casi irreconocible respecto a los últimos partidos, con un nivel de intensidad muy alto y generando muchas ocasiones, pero ni Talisca, ni Mané ni Cristiano lograron ampliar la ventaja.
En la segunda parte, se esperaba que Al Hilal mostrase otra cara y así fue. Los de Jorge Jesus tomaron mucho más la iniciativa y empezaron a poner en problemas a la defensa de Al Nassr, especialmente con un gran disparo marca de la casa de Salem Al-Dawsari que se estrelló en el poste, y que a punto estuvo de convertir en gol Renan Lodi en el rechace de no ser por una mano salvadora de Bento.
Los líderes continuaron generando peligro y el resultado llegó. Poco después de que Bono rechazara un potente disparo de Cristiano Ronaldo, llegó el gol del empate por medio de Milinković-Savić, que como ya acostumbra a hacer con la camiseta de Al Hilal remató libre de marca desde la frontal del área pequeña un gran centro de Renan Lodi, mientras que los centrales estaban más pendientes de Mitrović.
De este modo, el partido se saldó con un empate (1-1) con mucho más sabor a victoria para Al Hilal, que había sufrido la mayor parte del partido y logra mantener el liderato con 1 punto de ventaja sobre el segundo, pero sobre todo mantiene alejado a un Al Nassr que amenazó con colocarse a 3 puntos.
Mientras tanto, la situación para Al Nassr no parece mejorar mucho. Pese a que el partido deja buenas sensaciones, la distancia de los dos primeros en liga no parece fácil de remontar, y aún con el cambio de entrenador el equipo sigue dejándose puntos con facilidad y sufriendo para sacar los partidos adelante.
En copa, la situación no podría ser más decepcionante, ya que el equipo cayó sorprendentemente en octavos de final ante Al Taawoun el pasado martes. Y más sorprendente fue la manera, pues Cristiano Ronaldo tuvo la oportunidad de enviar el partido a la prórroga en el tiempo añadido desde los once metros, pero su disparo se marchó por encima del larguero.
Por último, la Champions asiática siempre es una moneda al aire, y aunque parece complicado que el equipo pueda caer en la fase de grupos, no se está mostrando especialmente fuerte en la competición y las sensaciones no son las de un equipo favorito al título. Del mismo modo, el encuentro del próximo martes ante los vigentes campeones puede ser otra oportunidad para que Al Nassr demuestre si tiene algo más.
Si algo diferencia a Al Nassr de Al Hilal no es precisamente la cantidad de jugadores de renombre con los que cuentan, sino el impacto que han tenido en cada equipo. Mientras que en Al Hilal Jorge Jesus parece haberlos hecho funcionar a las mil maravillas, en Al Nassr ni Luis Castro ni Stefano Pioli parecen haber dado aún con la tecla.
Stefano Pioli (entrenador de Al Nassr) dirigiendo a su equipo durante un partido.
Por un lado, si algo acusó mucho Al Nassr la temporada pasada fue la fragilidad en defensa. Laporte no parecía ser suficiente y para ello Fernando Hierro ha hecho una gran apuesta por Mohamed Simakan, por el cual el equipo de Riad ha pagado 35 millones de euros este último verano por su traspaso.
Sin embargo, aunque el equipo ahora se muestra algo más sólido atrás, no parece ser el único problema. En el centro del campo, Brozovic está muy por debajo de la versión que solía mostrar en el Inter, especialmente a nivel físico. Además, tampoco ha encontrado un acompañante fijo en el doble pivote, pues Al-Khaibari no termina de convencer y la alternativa, Otavio, es un jugador mucho más aprovechable como mediapunta y el equipo depende mucho de su creatividad cerca del área.
Por otro lado, pese a los grandes nombres, el tridente de ataque tampoco parece una apisonadora y en muchos partidos sufre para generar peligro. Cristiano Ronaldo ya está lejos de ser ese jugador que se fabrica las jugadas, y Sadio Mané ha perdido mucha chispa en comparación con aquel extremo encarador que tan peligroso era en la banda izquierda del Liverpool. El tercer integrante, Talisca, es protagonista en algunos partidos, pero en otros hace ver que es un futbolista bastante irregular. Por último, los jovencísimos Angelo y Wesley llegados este mismo verano aún parecen muy verdes como para tener un gran impacto, y Pioli no cuenta mucho con ellos, como tampoco hacía Luis Castro.
En definitiva, Al Nassr tiene mucho que mejorar si no quiere terminar otra temporada más en blanco. La reciente llegada al banquillo de un entrenador con experiencia en la élite como Pioli trajo esperanza de que ese cambio se produjera, pero hasta el momento la mejora no parece significativa. Solo el tiempo dirá si esta temporada podrá ser la que por fin permita a Cristiano levantar un título oficial con Al Nassr.