La Colina de Nervión
·11 de novembro de 2024
La Colina de Nervión
·11 de novembro de 2024
El conjunto nervionense cayó derrotado en Butarque tras un error garrafal de Lucien Agoumé y encadena ya dos partidos seguidos sin triunfo. Los sevillistas volvieron a dejar la imagen de elenco pobre, sin recursos, calidad ni alma que en varias ocasiones ya ha mostrado durante este curso. Xavi García Pimienta está notando en demasía el importante atasco en la enfermería y la unidad B no es capaz de dar ni siquiera medio paso al frente. La planificación deportiva de Víctor Orta se mira con lupa más que nunca, sobre todo si sus fichajes más importantes en el mercado no paran de costarle puntos al Sevilla FC. El ex director deportivo del Leeds, en algo más de un año, acumula escasas luces y muchas sombras.
La gran primera apuesta de Orta como director deportivo del Sevilla FC en el mercado de fichajes estival de 2023 fue la de Djibril Sow. Alrededor de diez millones de euros costó una pieza clave del Eintracht campeón de Europa y uno de los mejores ochos de la Bundesliga. Pese a ello, a día de hoy, el suizo no tiene nada que ver con el que tantas expectativas generó con su llegada. Cada partido que pasa convence aún menos y se ha convertido en un futbolista intrascendente, que no ataca ni defiende y cuyo valor de mercado se reduce con el paso de los partidos. Además, el tema de las lesiones no acompaña.
José Luis Mendilibar, entrenador por aquel entonces, clamaba a los cuatro vientos por un tercer delantero que complementase a Youssef En-Nesyri y Rafa Mir. Víctor Orta entendió que fichar a un futbolista prácticamente inactivo durante casi cuatro años, en el último día de mercado de fichajes y para un Sevilla FC de Champions era buena idea. Mariano Díaz llegó a orillas del Guadalquivir libre y con una de las fichas más bajas del plantel. Para sorpresa de muy pocos, esto no salió bien. El ex delantero del Real Madrid apenas jugó, no marcó ni un gol y se pasó la mayoría del curso en la enfermería e incapaz de ni siquiera entrenar por miles de problemas físicos.
También lo fue el pasado mercado de invierno. Quique Sánchez Flores reclamó recursos para una plantilla que no arrancaba y el Sevilla FC fue en busca de fichajes al mercado. Llegaron cedidos Hannibal Mejbri, Alejo Veliz y Lucien Agoumé. Los dos primeros no se enteraron de la película, no se ajustaron a lo que pedía su entrenador ni a la exigencia que requería el momento y apenas disputaron minutos en su periplo como sevillistas. El que jugó algo más fue Lucien Agoumé, más por las necesidades del equipo que por méritos propios. Este pasó de puntillas sin demostrar nada más allá de algún que otro rato decente.
El ex del Leeds United confió en Dodi Lukebakio para darle vértigo a un ataque que se quedaba estancado por aquel entonces. Más de diez kilos desembolsó por un futbolista que se salió el curso pasado con la camiseta del Hertha de Berlín. El belga tuvo la mala suerte de las lesiones en su primer año, aunque cada vez que cogía ritmo demostraba cualidades y era de lo más destacado. Tras trece jornadas de la 24/25, este es lo más destacado del elenco nervionense y el único futbolista diferencial y capaz de generar algo distinto en ataque.
Dodi Lukebakio, celebrando el gol que adelantó a su equipo en el derbi sevillano junto a sus compañeros | Imagen: Paz Seco, La Colina de Nervión
Otro nombre importante es el de Ørjan Nyland. Víctor Orta, de la mano de José Luis Silva, confió en un completo desconocido por muchos para suplir nada más y nada menos que a Yassine Bono. Es uno de los fichajes más criticados en la historia reciente del Sevilla FC. Pese a ello, el noruego se puso el mono de trabajo, llegó a la titularidad al poco de llegar y calló bocas demostrando cualidades a la hora de parar, reflejos y un buen juego por alto y en largo. Ni de lejos es el marroquí, pero ha demostrado ser un portero de primer nivel, que da puntos y en el que los sevillistas pueden confiar.
Además de estos dos, un tercer futbolista que se podría catalogar como uno de los fichajes fructíferos del primer verano de Víctor Orta es Boubakary Soumaré. El francés empezó sin jugar con Mendilibar, aunque tras la llegada de Diego Alonso se hizo con la titularidad en el centro del campo. Por delante de Fernando, este demostró las cualidades que llamaron la atención del director deportivo. Fuerza, potencia, calidad y juventud para un centro del campo que empezaba a quedarse obsoleto. Jugó 35 partidos y dejó a muchos con la miel en los labios al no poderse ejecutar la opción de compra de quince millones de euros.
Chidera Ejuke llegó libre y además estaba siendo de lo mejorcito. El nigeriano sorprendía con su regate y estaba empezando a ser cada vez más determinante. Sin embargo, un golpe de mala suerte lo ha dejado tres meses fuera de los terrenos de juego. Albert Sambi Lokonga, capricho de la dirección deportiva desde tiempos de Monchi, está cedido por el Arsenal con una opción de compra de doce millones de euros. El belga es de lo más decente en la medular sevillista, con cualidades para robar e ir hacia delante. Eso sí, su principal problema no es el futbolístico. Se ha perdido la mitad de encuentros esta temporada por lesión (siete de catorce) y es propenso a sufrir problemas musculares a lo largo del año.
Ejuke celebrando el tanto que adelantó a su equipo frente al Real Betis | Imagen:
Saúl es otra apuesta fuerte de la dirección deportiva, que estuvo lúcida a la hora de convencer a un futbolista como el ilicitano para embarcarse en un proyecto de muchas dudas. Sin embargo, a los cuatro partidos disputados se lesionó y es difícil juzgarlo con un bagaje tan corto. Eso sí, supone un chute de liderazgo y experiencia en un vestuario corto, joven y con pocas tablas.
El Sevilla FC ejecutó la cláusula de rescisión del que para muchos fue el mejor jugador de segunda división durante el pasado mercado de fichajes. Peque llegó a la capital hispalense generando ilusión por sus cifras, su perfil y su juventud. Pese a ello, y salvando algún que otro partido puntual, al catalán le está costando. Son solo siete los choques que ha disputado como titular y, tras una dura derrota en Montjuic, García Pimienta lo sentó en el banquillo. Al atacante le cuesta de cara a gol, comete errores impropios del primer nivel y necesita aclimatarse en muchos aspectos.
El fichaje de Lucien Agoumé se antoja cada vez más difícil de entender con el paso de los partidos. Ya no es que no completase dos partidos buenos en los seis meses que vistió la camiseta rojiblanca como cedido. Es que además es la mayor apuesta económica del pasado mercado de fichajes en una situación límite para el Sevilla FC. Víctor Orta decidió pagar 4 millones de euros por el 50% del pase del francés. Los suyos perdieron el choque ante el CD Leganés después de que el mismo cometiese un error impropio de primera división. No convence y cada vez que sale a tapar cualquier baja del centro del campo deja mucho que desear.
Lucien Agoumé, disputando un partido de LaLiga con el Sevilla FC. | Imagen: La Colina de Nervión – David Domínguez.
Otros dos fichajes que no están rindiendo en el Sevilla FC son Kelechi Iheanacho y Valentín Barco. El nigeriano llegó libre, con carrera y registros en Premier League. Sin embargo, su nivel físico no es el adecuado para un profesional del fútbol, por lo que todo análisis de lo que pase cada vez que salte al verde queda supeditado a lo mismo. La ilusión por la llegada de Valentín se diluye día tras día. Pese a que el nivel de Pedrosa no es de sobresaliente ni mucho menos, el ex de Boca Juniors sigue sin hacerse con la titularidad. Ha jugado siete encuentros, cuatro de titular y pese a que deja detalles de calidad, su desempeño defensivo supone un lastre para un equipo que sufre ya demasiado en este aspecto.