EL VIEJO Y AGUERRIDO || A Macará le bastó un gol para vencer a un Orense sin ideas | OneFootball

Macará arrancó el partido con el arco rival entre ceja y ceja, primero materializando cada uno de sus ataques que se orillaban a las bandas y luego terminaban con pases incisivos para Adolfo Muñoz o alguno de los otros delanteros del viejo querido que aprovecharon varios errores en salida de los visitantes.

El primer intento de peligro fue del mismo 'picante' Muñoz, quien estrelló su gran disparo desde fuera del área en el palo de la portería de Orense, apenas al minuto 5, luego avisó Martin Tello ingresando a zona de peligro y no pudo definir correctamente, tras ser habilitado de gran forma por Janpol Morales.

La tercera fue la vencida al 17' y el que venció fue Adolfo Muñoz al portero Rolando Silva, quien solo pudo salir a tratar de cubrir al picante, quien definió raso y cruzado contra el palo derecho para poner a ganar a los ambateños. A pesar de todo las cosas no serían tan sencillas para los locales, puesto que al 37', Cristian Correa en la disputa por el balón salió mal de su arco e impactó con el muslo casi a la altura del rostro de Miguel Parrales quien cayó aparatosamente al césped y con gran dolor. Este hecho provocó la roja directa para Correa, dejando con uno menos a los suyos.

A pesar de los cambios, el equipo dirigido por Sachi Escobar no pudo mejorar sus prestaciones dentro del terreno de juego, sobre todo en lo que respecta a traslados. Ángel Mena tampoco pudo encontrar su juego puesto que sus compañeros no pudieron encontrarlo en fase ofensiva, a pesar de contar con un hombre más, en gran parte gracias al rigor defensivo del viejo y querido que se plantaba firme cerca de su arco.

Macará en cambio se sabía en ventaja y jugaba con esto obligando a los visitantes a jugar de forma desesperada, remando contra una última línea defensiva de cinco hombres, que también estaba presta para rechazar los pocos intentos precisos que tenían los bananeros.

En los últimos diez minutos del en encuentro Orense producto de la desesperación llevó el encuentro a zona de peligro pero sin mucha fortuna, viéndose siempre detenido por su falta de acierto, e incluso sin efecto con las variantes como Bruno Caicedo, que no pudieron entrar al área contraria.