Huyó de la guerra, ahora elimina al Liverpool | OneFootball

En junio de 1992, un niño de nueve años llamado Miron Muslic vivió una de las experiencias más difíciles que podría imaginar: tuvo que huir de su hogar, Bihac, en Bosnia, debido a la brutalidad de la guerra. Junto a su familia, dejó atrás su vida en medio de la noche, llevándose solo lo que podían cargar en las manos. El destino lo llevó a Austria, donde se convirtieron en refugiados, sin saber qué les depararía el futuro.

Más de tres décadas después, Muslic, ahora entrenador del Plymouth Argyle, uno de los equipos que lucha en la parte baja del Championship inglés, logró una proeza histórica al eliminar al Liverpool en los dieciseisavos de la FA Cup. Un equipo que lidera la Premier League, campeón de la fase de grupos de la Champions League y finalista de la Carabao Cup. El resultado de 1-0 dejó al mundo del fútbol asombrado, pero para el propio Muslic, la gesta fue solo otro paso más en una vida de luchas y desafíos.

En un emotivo reportaje de la BBC, Muslic recordó ese momento de su vida cuando, con solo nueve años, tuvo que abandonar su hogar sin saber si alguna vez podría regresar. “Abandonamos nuestra casa en Bihac de noche y solo, literalmente, con las cosas que podíamos llevar en las manos, así es cómo empezó nuestro viaje, nuestra nueva vida», relató el entrenador. A pesar de ser desplazado, el pequeño Muslic se mantuvo firme, y esa fortaleza ha marcado su carrera y su vida.

Su familia se asentó en Austria, donde, además de lidiar con las secuelas de ser refugiados, Muslic y sus padres enfrentaron la barrera del idioma, pues no hablaban alemán. Sin embargo, a pesar de las adversidades, nunca perdió su optimismo. «Toda nuestra vida hemos tenido que luchar, luchar es parte de mi viaje, por eso siempre me siento optimista y positivo», compartió.

Lo que el mundo del fútbol vio en su Plymouth Argyle fue el resultado de esa mentalidad férrea y su capacidad para inspirar a sus jugadores. Con su mensaje de que la vida es una lucha llena de sorpresas y siempre hay algo por lo que luchar, Muslic transmitió la importancia de creer firmemente en uno mismo. Su victoria sobre el Liverpool es el reflejo de esta filosofía.

«La vida es una lucha con sorpresas maravillosas, y siempre hay algo por lo que luchar», aseguró. Y aunque su equipo se encuentra en la lucha por evitar el descenso, esa sorpresiva victoria ante uno de los gigantes de Europa ha sido una clara lección de que, para Miron Muslic, nada es imposible si uno cree en ello firmemente y se compromete plenamente.