El Príncipe de As Burgas se reivindica | OneFootball

Foto: EFE

Tras convertirse en uno de los héroes de la salvación la pasada temporada, Hugo Álvarez ha vivido en el presente ejercicio los sinsabores del salto al primer equipo. El ourensán no tiene todavía ficha con el Celta, pero a todos los efectos en un futbolista más de la primera plantilla de Claudio Giráldez, y la exigencia aumenta.

En las primeras jornadas ha sido uno de los jugadores más criticados por la afición, especialmente en las derrotas que es donde arrecian las sensaciones negativas. Su error en el partido ante el Villarreal es el peaje de la inexperiencia, pero en algún caso fue aprovechado para cargar excesivamente contra un futbolista que ya demostró sobradamente su talento para jugar en la máxima categoría, y en una posición en la que lleva jugando tres temporadas, a pesar de que muchos solo lo hayan visto en los partidos con el primer equipo.

Por eso, el gran partido del Príncipe das Burgas ante el Real Valladolid será el mejor bálsamo para que su crecimiento prosiga. Es un futbolista joven, de apenas 21 años, con mucho margen de mejora y sobre todo mucha calidad, la que demostró en el primer gol, con una gran combinación con Pablo Durán, y un caño en el interior del área para ganar la ventaja suficiente para enviar un zurdazo que sorprendió al meta vallisoletano. Es cierto que el guardameta pueda hacer algo, pero el remate de Hugo es fantástico.

Sobre las botas del canterano recae gran parte del futuro del Celta, y es una estupenda noticia ya que se trata de un gran futbolista. Si dura mucho tiempo aquí, lo cual parece más complicado, disfrutaremos mucho con su juego, que no solo serán los goles, sino todo lo que aporta en facetas ofensivas. El 2-0 del Celta nace tras un excelente pase a Iago Aspas, que no se convirtió en asistencia porque el remate del moañés fue despejado por el cancerbero antes de que Borja Iglesias empujase el balón al fondo de las mallas bien colocado para cazar el rechace. El propio Aspas no se olvidó de Hugo en la celebración del gol.

Los ajustes a nivel defensivo de su posición los irá corrigiendo con el tiempo. Ya lo ha hecho gracias a la experiencia acumulada en el Fortuna. No fue un cambio sencillo para un futbolista que siempre había actuado como enganche o como extremo, pero ha demostrado una enorme capacidad de adaptación y mejora. Es un futbolista enorme, y lo seguirá demostrando esta temporada.