De La Cuna Al Infierno
·16 May 2025
Olió sangre

De La Cuna Al Infierno
·16 May 2025
En la Copa Sudamericana, Independiente venció por la mínima a Guaraní en Avellaneda y es puntero de su Grupo.
Puños apretados y olor a sangre. Dos sinónimos en una misma definición para la noche de Copa en el Bochini. Tenía que ganar, y ganó. Lo hizo con paciencia, insistencia y persistencia. Cuando las cosas salieron, pero también cuando no.
Así lo festejó Independiente, que venció 1 a 0 al elenco paraguayo. Un Guaraní que, salvo esos últimos cinco minutos de partido, que no lejos estuvieron de valer una eternidad en los corazones Rojos, no hizo pie y le entregó la pelota al Rey de Copas, fácil, durante 80/85m de juego.
Y en el duelo de los titanes allí andaba Independiente. Con la obligación de ganar para trepar a la cima y llegar con más tranquilidad y holgura a la última fecha con Potosí. De la mano de un Tarzia amigado con el gol y un relojito: Felipe Loyola, prendido en cada intervención. Tocando, jugando, triangulando e intentando pacientemente abrir el marcador.
Algo que recién iba a llegar a eso de los 43m del primer tiempo, momento en que apareció el ya mencionado Tarzia. Con soberbia y confianza propia,el pibe sacó un zurdazo cruzado. Y la redonda se coló en la red. Y los Rojos se abrazaron. E Independiente ganaba por la mínima al cierre de los primeros 45 minutos.
En el ST, el Orgullo Nacional lejos estuvo de ceder en sus cabales. Se hizo de la pelota, jugó con el resultado e intentó llegar al segundo para no sufrir. Algo que innecesariamente terminó pasando. Pero no fue en vano. Porque Independiente venció.
Y aunque fue a toda costa en busca del 2 a 0, erró.El rival se animó. Pero este tampoco pudo. En esos últimos cinco minutos, no menos frenéticos, los paraguayos empezaron a asociarse y a jugar en campo del Rey de Copas. Tuvo sus chances, pero tampoco le alcanzó. Los cambios de dieron frescura al equipo, algo que le sirvió al equipo de Julio Vaccari para acomodarse en la cancha.
Y el partido terminó. El juez decretó el final e Independiente festejó en una vivaz Avellaneda.
Del Libertadores de América la gente se fue contenta. Porque sabe, que hay equipo. Ese mismo que difícilmente te deje a gamba.