MUNDO MILLOS
·6 Maret 2025
Canto de gol: fiasco sin dolientes

MUNDO MILLOS
·6 Maret 2025
Marcelo Gallardo perdió la «Supercopa Internacional», invención de la AFA, en un enfrentamiento directo y único contra Talleres. Un equipo inferior pero juicioso, que logró los réditos de su trabajo silencioso anotando el 50% de los penales cobrados. Haciendo lo mínimo, básicamente.
Gallardo, en una evidente decepción por lo que dirige y de lo que es responsable, lanzó una gran frase retrato de lo que hizo y está haciendo River Plate: «Uno se pregunta, ¿hay algo de representatividad en lo que estamos haciendo? Y no, la verdad que no».
Todos sabíamos lo que Millonarios se jugaba contra Once Caldas. Los que tenemos un medio partidario o hacemos parte de uno. Los hinchas que se quedaron en sus casas viendo el partido. Los que quisieron traducir esa importancia viajando entre semana a Manizales contra viento y marea. Los seguidores de otros equipos. Los periodistas deportivos neutrales. TODOS, menos Millonarios.
Después de la ruptura de la relación Gustavo Serpa – jugadores, éstos sencillamente van al gana-gana con el resultado del partido. De cualquier partido. Si juegan y ganan, como contra Tolima, disfrutarán echárselo en cara al máximo accionista. Si pierden, sobretodo de forma tan estrepitosa como en una llave internacional con tantos dólares de por medio, le clavan un gancho en el hígado a las arcas del Club. Pero ellos siguen con su sueldo. Ganan por lado y lado.
Quien queda en el medio, como siempre será, es el enamorado de Millonarios. Y empiezan las retahílas y las peleas imbéciles de la complicidad del abonado, la complicidad del que viaja, la complicidad del que compra una camiseta. Y cuando en las victorias y las alegrías todos resultamos mejores amigos, en las derrotas de los jugadores y los cuerpos técnicos los hinchas nos escupimos en la cara y nos queremos disfrazar de responsables unos a otros, cuando somos los que ni voz ni voto tenemos.
Capítulo aparte con Radamel. Basta ya con Falcao. Si se va, está en todo su derecho. Si se queda, es su decisión. ¡Pero no más! Los periodistas cubren a Millonarios, no a Falcao. Las ruedas de prensa se convirtieron en una novela sobre el sentir del jugador más importante del país, en lugar de ser para preguntar sin miedo por el fiasco internacional y los vacíos futbolísticos de un equipo sin sangre. Preguntar por qué lo de anoche no es considerado un fracaso. Preguntar qué lo será, si una eliminación del todos contra todos o de los cuadrangulares o llegar a una final y perderla. O si tendremos que esperar uno o dos semestres para ver resultados.
Todas debieron ser preguntas para un David González que no tiene ni pizca de lo que tuvo Marcelo Gallardo. El argentino sufrió indignado por una invención local. El colombiano vio el vaso lleno de un fracaso infame en Copa Sudamericana, cuando el vaso no tenía una sola gota de agua.
El canto de gol para acompañar esta columna es ‘Te hacen falta vitaminas’ de la también banda argentina Soda Stereo:
Carlos Martínez Rojas@ultrabogotano
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