LaUEFAChampionsLeague.com
·19 de novembro de 2024
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Jude Bellingham ha vuelto a sonreír. Tras unas semanas de incertidumbre y bajo rendimiento ofensivo en el Real Madrid, el centrocampista inglés encontró su punto de inflexión en una doble actuación estelar con su selección nacional. Los partidos con Inglaterra en la Liga de Naciones no solo permitieron el ascenso a la Liga A, sino que sirvieron para que el joven futbolista recobrara la felicidad y la confianza en su juego.
Antes de unirse a los Three Lions, Bellingham ya mostraba señales de recuperación. Una charla interna en Valdebebas fue clave para ajustar su rol táctico en el Real Madrid, liberándolo de obligaciones que limitaban su presencia ofensiva. En el partido contra Osasuna, el inglés retomó su posición natural detrás de los delanteros, lo que resultó en un rendimiento sobresaliente que recordó por qué fue tan decisivo la temporada pasada.
Con Ancelotti buscando equilibrio para el equipo, Bellingham fue trasladado a distintas posiciones, lo que generó frustración. Aunque siempre obediente y dispuesto a colaborar, sus gestos en el campo reflejaban un malestar evidente. Sin embargo, el cambio de esquema no solo permitió explotar su versatilidad, sino también liberar su instinto goleador y su capacidad para presionar alto, una faceta en la que se siente más cómodo y eficaz.
El parón internacional confirmó su resurgimiento. Con Inglaterra, Bellingham mostró lo mejor de su juego, intercambiando posiciones con Harry Kane y desarmando defensas rivales con asistencias, penaltis provocados y una movilidad impresionante ante República de Irlanda (2 asistencias, ganando Inglaterra 5 a 0), y contra Grecia (0 a 3). Regresó a Madrid con el reconocimiento de ser el mejor jugador en campo y, más importante aún, con la confianza renovada.