Pasión Monumental
·26. September 2024
Pasión Monumental
·26. September 2024
Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).
Jugar en River no es tarea sencilla para nadie. Implica mucho trabajo, sacrificio y que se den un montón de cosas ajenas al jugador. De las mejores inferiores del país salen demasiados cracks, pero pocos de ellos logran consolidarse en Primera División, al punto de que les juegue en contra la cabeza ante las cientas de adversidades que atraviesan desde chicos.
La perseverancia es la clave, aunque a veces es necesario un poquito de suerte. Y si hablamos de falta de suerte, hablamos de Tomás Lecanda, jugador de 22 años nacido en la cantera del Millonario, y uno de los mayores proyectos de nuestro club.
(Photo by Juan Ignacio Roncoroni – Pool/Getty Images)
Su caso quedará marcado por siempre, luego de haber debutado ante Independiente Santa Fe por Copa Libertadores, aquel partido en el cual River salió a jugar con muchos juveniles y con Enzo Pérez de arquero frente a la infinidad de casos de COVID positivos en el plantel. Con 19 años se puso el Manto Sagrado y fue uno de los protagonistas de un triunfo histórico. Su intención era lucharla en el club de sus amores, pero la realidad marcó lo contrario.
En enero de 2022, Marcelo Gallardo le comunicó que iba a salir a préstamo, para ganar rodaje como profesional y volver consolidado. Fue a Barracas Central por un pedido expreso de Rodolfo de Paoli, pero jugó poco y nada. A mitad de ese año partió a Aldosivi y allí logró bastante rodaje, aunque deportivamente el “tiburón” terminó yéndose al descenso.
“Gallardo me explicó que le gustaba mi forma de jugar, pero que más allá de eso no me iba a poder dar los minutos que yo necesitaba en Primera. Al principio no me lo tomé muy bien porque salir de River era salir de mi casa. Después, entendí que si él me lo decía, era porque realmente era así” dijo el juvenil en una charla con Olé.
Llegó el 2023, sin el “Muñeco” y con la llegada de Martín Demichelis. Su ilusión era quedarse, pero todo fue de mal en peor. “Demichelis me dijo que yo no estaba en sus prioridades”, fue la noticia que recibió antes de la pretemporada en San Luis.
Aun así, Lecanda fue evaluado y sorprendió a Micho, ganándose una oportunidad en la preparación. “Mis resultados fueron muy buenos, al punto que Demichelis quedó sorprendido y me dijo que me olvidara de lo que me había dicho porque iba a ir a la pretemporada. Cuando arrancamos a entrenar me puso de ejemplo delante de todo el plantel, diciéndome que me había ganado el lugar”, recordó el oriundo de Martínez. Ese mismo día durante la práctica de fútbol, fue a marcar a Agustín Palavecino y se rompió la rodilla, escuchando inmediatamente un ruido que todavía recuerda perfectamente.
La lesión lo condenó a perderse los primeros seis meses del 2023, dedicados pura y exclusivamente a las tareas de recuperación para volver de la mejor manera y ganarse la confianza de Demichelis. Sin embargo, nada salió como esperaba. “Cuando volví a hacer fútbol, y Martín (Demichelis) me dijo que no me iba a tener en cuenta por lo que iba a tener que buscar club. Me molestó porque pensé que me iba a bancar hasta fin de año por todo lo que había dicho en la pretemporada y lo que me había pasado”, relató. Como si fuera poco, Lecanda le pidió a Demichelis bajar a Reserva para mostrarse antes del Mercado de Pases, pero Micho no lo dejó.
Al tiempo fue a Argentinos Juniors, club en el cual no llegó a debutar debido a una nueva molestia en la rodilla que lo obligó a someterse a una nueva cirugía. Luego fue a Tigre y jugó algunos partidos con Sebastián Domínguez. Actualmente está logrando esa plenitud tan esperada, en Imbadura Sporting Club de Ecuador. “Estoy volviendo a ser el jugador que era, salir a Ecuador fue un cambio que necesitaba. Si bien estoy solo porque mi nena y el resto de mi familia quedó en la Argentina, me está yendo muy bien”, cerró el defensor central. Allí tiene contrato hasta diciembre de este año y sueña con romperla hasta cuando pueda para volver al fútbol argentino