Racing de Alma
·9 February 2025
Racing le ganó muy bien a Boca y el Cilindro fue una fiesta
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Racing de Alma
·9 February 2025
La reacción de la Academia fue muy buena. Y por sobre todas las cosas, rápida. Muy rápida. No dejó que se le agrandara la herida que había tenido en el anterior compromiso. Utilizó aquel golpe como un aprendizaje, volcó a su favor la bronca para desparramar todo su amor propio en la cancha. Después de la derrota por 2-0 con muy mala imagen ante Estudiantes, el equipo de Gustavo Costas jugó el clásico con pasión, inteligencia, concentración. Aprovechó la amplia supremacía que tuvo principalmente en la etapa inicial, en la segunda supo sufrir en algunos momentos cuando el adversario le llegó y lo liquidó sobre el final con Maravilla Martínez. Racing le ganó a Boca por 2-0 muy porque supo lastimar en sus mejores momentos.
La Acadé armó una fiesta en el Cilindro, ante su gente. Ante uno de los rivales que más se reforzó en este mercado de pases. Y quedó segundo en la Zona A, a un punto de Argentinos, y con la música del "ole, ole" de sus hinchas en los oídos.
El gol de Luciano Vietto había justificado la superioridad en el juego en el primer período. Allís e vio lo menor de la la Academia, que salió a avasallar al conjunto de Fernando Gago. Lo asfixió, del medio hacia adelante. Con pelota lo superó con agresividad en la circulación dinámica en sociedades y con individualidades que ganaban los mano a mano. Jugó a una o dos marchas más que su rival. Presionó mucho y con bastante gente, lo que le permitió incomodar al Xeneize en la salida. Cuando no tenía el balón, la intensidad le daba la posibilidad de recuperar pronto el balón.
Racing le ganó a Boca 2-0. Vietto metió el primer gol. Triunfazo para sepultar la derrota ante Estudiantes. Foto: Prensa Racing.
Racing lo jugó con el corazón que requieren este tipo de clásicos. Nunca lo dejó a Boca construir circuitos peligrosos. Se los cortó, triunfó en los rebotes, le hizo daño por los costados. Y en la zona central, Juan Nardoni se plantó con quite, despliegue, distribución criterioso. Se juntó bien con Martirena y Solari por la derecha. Almendra hacía lo propio con Gabriel Rojas y Vietto por izquierda. Colombo, en el rol del ausente Santiago Sosa, era un relojito como líbero y como volante. Como si toda su carrera hubiera jugado ahí.
El tramo inicial del ST tuvo a Boca lanzado en ataque, con apariciones frecuentes cerca del área de Arias. De un arquero que respondió siempre bien cuando intervino, como en ese remate de bolea de Cavani que tapó bárbaro. Una vez que pasó esos sofocones, la Academia se reafirmó, volvió a demostrar el espíritu combativo, solidario, con muy buenas coberturas de espacios. Le faltaba cerrar el partido porque no estaba fino en algunas contras, hasta que el ingresado Maxi Salas (clave por su presión y peligrosidad) guapeó, la pelota le quedó a Maravilla y adentro.
Racing lo pasó por arriba a Boca en el PT, se sobrepuso a pasajes adversos en el ST y le dio el golpe del nocaut. Volvió el campeón de la Sudamericana, señores.
Foto de portada: Prensa Racing